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Quejas y reclamaciones

HORMIGON SOBRE LOS SEBADALES

HORMIGON SOBRE LOS SEBADALES

Hay personas que pasan por nuestras vidas y nos influyen por su forma de ser, su cultura y su sello especial que les hace inconfundibles. Teo, es una de esas personas que uno agradece estar conociendo, tal vez lo mejor que me ha pasado en esa bendita Escuela de Arte, en la que tan buen año estoy pasando. A alguien se le puede conocer por su nombre, pero si no se le olvida es por sus obras....prestigioso articulista y artista, alguno lo recordará por ser el autor de la portada y los grabados de Psicología de hombre canario, ed Manuel Alemán. Esta espero que sea la primera de muchas colaboraciones. Un abrazo y gracias, Teo.

Teo Mesa

 

         Nuestro frágil territorio de las ocho ínsulas mayores, está orillado por el ‘Sonoro Atlántico’ que otrora poemara el modernista grancanario Tomás Morales. Contamos con 1.300 km. de costa, ocupando Canarias el 20% de la totalidad del litoral del Estado. Lo que de hecho es una tierra extremadamente delicada y vulnerable por todos los flancos de las ocho rocas emergentes del océano. Y este mar, estas costas, junto al sol, son ya lo único que nos queda por explotar como fuentes de riqueza de las islas, sin tener que mendigar a Europa o España por la supervivencia en el aislamiento de nuestras saladas aguas. 

         La memez e incompetencia de determinados políticos con responsabilidades de velar y trabajar por el futuro fue inexistente, siendo incapaces de dar de soluciones a los destinos venideros de este país, en todas las etapas políticas, han hecho que nuestros minifundios industriales como la agricultura y la pesca, que hasta los años setenta fueron las explotaciones en las islas, hayan pasado a la exégesis de los anales de la historia. Hoy solo podemos ofrecer in situ, que no exportar, sol y mar (con playa o sin ella). El sol, afortunadamente, es intocable de especulaciones; las vitales costas y su plena conservación son nuestro futuro a corto y largo plazo.

         Nuestras frágiles costas han sido hormigonadas hasta extremos rayanos  la paranoia, con el nulo respeto a una vida de calidad de los gentíos y de los ecosistemas marinos. Los magnates de la incultura del pelotazo han allanando todo terreno donde existan réditos en drásticos beneficios: la vida y su equilibrio con la naturaleza, es pecata minuta; los dineros su razón de ser. Playas artificiales; construcciones hasta cuasi los adentros marinos, despreciando las leyes de costas; la exacerbación de muelles deportivos, etc. Esta canallezca desprotección y celo por las distintas autoridades, con tanta acumulación de hormigón en los litorales hará que vayamos a la deriva y podríamos desaparecer como enclave natural de protección medioambiental y solo quedaríamos como estériles arrecifes de cemento.

         Ahora son los sebadales de la zona de Granadilla los que están en muy peligrosa desaparición, siendo uno de los más importantes del Archipiélago. Y con ello, todo este frágil ecosistema del que depende la existencia de tanta biodiversidad marina, desde larvas a peces adultos y la vida floral, se protegen y desarrollan su vida en los sebadales. Ahora, por la frenética tozudez de crear un puerto industrial comete el Gobierno de Canarias el mayor de los atropellos a la naturaleza viva, generadora de más vida y equilibrio natural. Los enredos y embustes de la Consejería de Medio Ambiente y de la Autoridad Portuaria, quienes actúan al dictado empresarial, con la falaz letanía de crear trabajo, defenestran una parte esencial de la vida marina. Sobre todo con peregrinos razonamientos, sin autoridad científica para verter tales exabruptos, como: “hormigonando el lugar no sufren los sebadales riesgo de desaparición”. De perogrullo.

         El empecinamiento por construir un desmesurado puerto industrial en esa zona tendrá además nefastas consecuencias por el fuerte embate de los alisios, por lo que el mismo tendrá que estar prácticamente paralizado bastantes días al año. Pero alegan: su construcción será para beneficio de todas las islas: “Es fomentar el desarrollo social y económico de las islas”. Por lo que se convertirá en el pertinaz y soñado monopolio para Tenerife y la dependencia de las restantes islas.

         Mientras, el puerto de Arinaga lo tienen encallado, con “viento en popa”, como reza el eslogan de Agüimes, desde su construcción. No estará operable hasta que funcione el de Granadilla y quieran los adláteres de ATI -CC: el que pretenden sea el gran puerto industrial para África y América, como se jactan los delirantes de ATI.

         Todo este trasunto, sospecho, no es otro que crear una infraestructura portuaria por donde canalizar las mercancías de las islas y continente, para anular, el gran bastión de la economía de Gran Canaria, y de las islas, que es el histórico y eficaz Puerto de La Luz y de Las Palmas, cercenando definitivamente la economía de Gran Canaria, empobreciéndola aún más, y ser subordinados absolutos de la isla picuda y de los intereses  de la oligarquía chicharrerista.

 

 

 

 

 

 

 

LOS GUARDIAS MUERTOS CASI MATAN MI COCHE...

LOS GUARDIAS MUERTOS CASI MATAN MI COCHE...

Por Hideyoshi

       Yo hay cosas que no entiendo cuando el encargado de turno se pone a instalar guardias muertos (bandas reductoras de velocidad si somos correctos) en que están pensando. Yo estoy de acuerdo con que se instalen porque hay mucho loco al volante y los límites están para respetarlos y los clásicos sistemas te servían de aviso si ibas más rápido de lo normal o simplemente por si acaso aminorabas la marcha….pero ¿en qué están pensando cuando instalan los nuevos sistemas como los puestos en el Barranquillo de Don Zoilo o en la circunvalación alta de Vecindario (por la zona del nuevo Ayuntamiento)? ¿Es legal que se instale un dispositivo que claramente daña tu vehículo aún respetando los límites de velocidad? Porque yo podría entender un sistema que si uno va más rápido de lo debido te lo dañe….pero que uno tenga que frenar y pasar por debajo de los 10km/h para no destrozar el vehículo…es que encima están en vías que no se cogen ni una ni dos veces al día…sino muchas más.

         A ver si alguna de esas brillantes mentes ve este artículo y rectifica, un abrazo.

¡¡CUIDEME ESE PALMERAL,CRISTIANO!!

¡¡CUIDEME ESE PALMERAL,CRISTIANO!! Por Hideyoshi
            Al hilo de lo que expusimos en uno de los últimos artículos denunciando la situación de indefensión de la flora y fauna canaria, parece que el tiempo no hace sino darnos razones. La desidia de las autoridades hace que muchos de los palmerales de  Gran Canaria se estén viendo afectados por la plaga del picudo rojo.
            En mi municipio, Santa Lucia contamos con la mayoría de los palmerales silvestres de nuestra isla. Y vemos como por pasarse la pelota unos a otros se esta perdiendo un tiempo precioso en salvarlas. Parecen empeñados los diversos organismos en perder una de las riquezas de nuestro patrimonio.
            Lo mejor de todo es que el proceso es caro, y cuando eso ocurre todos sabemos lo que pasa…se ralentizan las actuaciones, follones de competencias y como no, chapuzas….la última es que: El Gobierno autonómico sólo destruirá las que tienen el parásito porque confía en descubrir las palmeras contaminadas con aparatos de ultrasonidos. En vez de tomar como otro de los pasos el erradicar todas las palmeras datileras que por no pasar por controles todo lo rigurosos que debieran han traído esta plaga. En fin, ya veremos como queda esto.

La Ciudad Alta se hunde

(Por Elena_ BR)

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, tiene un sector al que se le denomina Ciudad Alta porque, como su propio nombre indica, está en lo alto de las lomas de algunos barranquillos.

El calificativo de Alta, sólo y exclusivamente sirve para denominar la altura geográfica de la misma.

Muchas etapas ha tenido esta zona pero, tristemente, ninguna podemos considerarla como buena etapa para los barrios que la conforman.

Lo que antaño fuera el extra-radio de la ciudad, ahora se ha convertido en el centro geográfico de la misma, con las construcciones de los nuevos barrios o las expansiones de otros que antes eran más humildes: Tamaraceite, Los Giles…

De toda la Ciudad Alta, quiero centrarme en la parte que más conozco, en la que más he vivido y en la que por lo tanto, ningún politiquejo podrá convencerme de que no es verdad lo que siento o lo que veo en ella. Concretamente, quiero centrarme en los barrios de Schamann y Escaleritas.

Es muy penoso ver el abandono constante en el que se encuentran dichos barrios, sea cuál sea la formación política que gobierne en el municipio; aunque bien es verdad, que en estos últimos años (casualmente gobernados bajo la influencia del PP), yo he notado una mayor desidia, y sobre todo unos abusos exagerados. Quizás es que una va ganando años y experiencia y se da cuenta de más cosas que antes y en realidad poco tiene que ver con ideologías políticas pero, sea cual sea la causa, la cuestión está dejando a esos barrios en situación muy crítica.

Aunque muchos no lo sepan, Schamann no está formado solamente por las casas muy populosas y populares que rodean a la plaza de Don Benito, no. El barrio es mucho más grande y sigue siendo el mismo en lo que popularmente se llama “de la calle Zaragoza hacia arriba”, todas las calles paralelas y perpendiculares a la que en otros tiempos fuera tan comercial, transitada y famosa, la calle D. Pedro Infinito.

Incluso ambos barrios, Escaleritas y Schamann comparten una urbanización que nunca ha sido barrio pero que mucha gente ha creído siempre que sí: Las Chumberas. Ciertos edificios de esta urbanización están ubicados dentro de los límites de Escaleritas y otros (los menos) en Schamann.

La limpieza no es una característica común en estas calles, como tampoco lo es los jardines cuidados. Así como en otras partes de la ciudad hay cuadrillas de limpieza y jardineros semanales, nosotros podemos verlas alguna que otra vez y de manera excepcional.

Las aceras, sobre todo aquéllas que no tienen parking municipal cercano, no se han renovado nunca. Caminar por ellas es ir realizando un alegre equilibrio para no tropezar con los chicles, excrementos de perros, baldosas sueltas… Son los propios vecinos, más bien las vecinas, las que han asumido la limpieza del tramo correspondiente a cada portal y claro, está, algunos se limpian y otros no.

En estos días hemos podido leer en la prensa que hasta el Centro de Salud correspondiente está en situación total de precariedad: no tiene camillas, sillas de ruedas, medicinas… Ni que decir de las instalaciones (sobre todo del de Schamann).

Las estadísticas y datos municipales dicen que la líneas de guaguas más usadas por los ciudadanos son la 3, 30, 21, 22… Todas ellas pasean por la zona alta de la ciudad pero, sin embargo nos encontramos con que las frecuencias de salida de las mismas no son ni parecidas a otras menos rentables pero de las zonas más “chic” de la ciudad. Además estamos totalmente incomunicados con las zonas nuevas de la ciudad, si bien el resto de las zonas sí que lo están con líneas nuevas que se han creado.

En cuanto a infraestructuras socio – culturales, deportivas, escolares, recreativas, etc., no estamos mucho mejor.

Toda nuestra geografía está viviendo el fenómeno de la inmigración y esta zona aún más. No he visto, ni siquiera creo que lo hayan imaginado, actividades y/o acciones encaminadas a suplir algo las consecuencias que pueda traer tanto desarraigo. Quizás estén esperando nuestras autoridades a comprobar que nos pasará como en otras zonas del país, donde no se ha intentado hacer nada por los inmigrantes hasta que es demasiado tarde.

Como claro ejemplo de la situación de la zona, contarles lo ocurrido – hasta ahora – el parque del Canódromo.

El canódromo o “Los Galgos” como lo llamábamos todos, fue un negocio al que intencionadamente se dejó llegar al estado de ruina. Sus empleados en aquella época, pleitearon con los dueños y el propio abogado que les llevó el caso, los engañó y se quedó con todo: edificio y terrenos colindantes (no me lo invento, me lo cuenta una ex empleada). Por supuesto, hablamos del mismo señor que tras unas triquiñuelas aquí, un cambio de titularidad a favor de una hija y demás, ahora lo ha permutado al Ayuntamiento para un parque y que a cambio, le recalificasen un trozo de terreno a urbanizable. Este señor pretende ahora, con el beneplácito del Exmo. Ayuntamiento edificar dos torres enormes, enormes, enormes… Seguramente estarán totalmente integradas en el entorno.

Los vecinos de la zona, han llevado al juzgado el tema. Aún no se ha resuelto pero, como todo esta ciudad, la venta de las viviendas ha comenzado, se ha hecho una carretera nueva, están evaluando el tipo de suelo…

Por si todo lo contado parece poco turbio, hace cosa de unos meses, una empresa (de la cuál no recuerdo su denominación), lleva al consistorio al juzgado (y se admite a trámite) por permutar un terreno del cuál ellos eran titulares. Es decir, el abogado antes mencionado, cambió al ayuntamiento, sus terrenos y los que no eran de él. ¿Y ustedes han oído que Pepita diga algo? ¡Lo mismo he oído yo!



Dicho parque se proyectó en dos fases: la primera se realizó en dos meses, tres a lo más (¡súper rapidísimo que las elecciones están a la vuelta de la esquina!) y la segunda fase (supongo) estará lista para las próximas elecciones…

Por no tener, el pobre no tuvo ni inauguración por todo lo alto. ¡Y eso que se abrió a los usuarios una semana antes de las elecciones municipales!. Quiero pensar, que el delito era tan grande, que Soria no quiso utilizarlo como reclamo publicitario porque otra cuestión no se me ocurre. El parque tiene de vida útil casi lo mismo que Dña. Josefa de alcaldesa. ¡Cómo todo lo de la ciudad vaya como este parque en cuestión…!

Los jardines, como los del resto de la zona, son replantados de geranios cada tres o cuatro meses, luego se riegan poco, no se limpian, las malas-hierbas crecen en plan jungla… Algunos “remos” o juegos de los niños, no funcionan hace tiempo, es más alguno hay que no ha funcionado nunca. El parquito no tiene un solo espacio de sombra a lo largo del día (detalle a tener en cuenta bajo mi punto de vista, cuando los usuarios son los niños). Por supuesto, ni un arbolito, ni una palmera… Aunque pensándolo mejor, así no les cogemos cariño para cuando nos las talen alegando que dan cobijo a delincuentes. La fuente, funciona a ratos del día (claro, habrá que ahorrar luz), y está tan bien hecha que continuamente el agua se encharca en los alrededores (donde curiosamente y peligrosamente, está instalada una tapa de registro de Unelco)

El firme del parque, el suelo, merece atención individualizada (como la docencia). Lo que en el primer mes era un parque plano, recto, totalmente horizontal (que se dice), ahora tras un año y medio después, se ha convertido en una “súper-maqueta-didáctica-de-geología”. Podemos apreciar, a poco que nos pongamos, lo qué es un corrimiento de tierras, lo que es una falla, un hundimiento, un pliegue de terreno, la poca elasticidad de las rocas y/o la dureza de las mismas…

Para que entiendan el por qué de esta situación tan lamentable del mismo, debemos remontarnos unos quince años atrás, cuando en un inusual invierno que ya había sido lluvioso, de repente un día calló una tromba de agua y se desplomó totalmente la calle que ahora es una de las fronteras laterales del parque. En aquel entonces, fueron los propios técnicos del ayuntamiento los que después de muchos estudios y averiguaciones nos dijeron a todos que esa zona (TODA) tenía un subsuelo formado por galerías naturales, por cuevas, además de ser de suelo arcilloso; que como había llovido mucho, y se había ido filtrando mucho agua, el suelo cedió ante el desplome de alguna/s galería/s…

¡Dónde están ahora esos técnicos? ¡Es que de repente ha cambiado la morfología del terreno! No, de momento, seguimos sobre subsuelo arcilloso y cavernoso, y los desplomes del parque probablemente se deban al goteo instalado para el riego de los jardines. Lo que antes era plano, ahora es idéntico al perfil de una montaña rusa. Y cada vez que el número de grietas y socavones aumenta considerablemente, primero viene una cuadrilla al parque y la llena de cintas para que no se pase por esas zonas (como si los niños entendiesen ese código) y semanas más tardes, otra que elabora una buena mezcla de arena y cemento con agua, y reparchea las grietitas en cuestión.

Yo que ustedes, si conocen a alguien interesado en comprar en esas famosas torres, le avisaría de lo buena que es la zona para construir mamotretos de tal tamaño.

En fin, creo que con mi ejemplo he sido bastante clarificadora de lo hundida que está la zona alta y de las pocas expectativas que tiene de volver a salir a flote. ¡Pesimista que es una!

Punta Mujeres

Por Hideyoshi

Antes de nada pedirles perdón por haber faltado a mi última cita con Trapera.

Corría el año 2000, si no me equivoco, cuando acabé la carrera (por cierto estudié Historia) una serie de berenjenales de difícil explicación me llevaron a formar parte de un equipo interdisciplinar en Lanzarote, en la zona de Berrugo. Los Hermanos Domínguez tuvieron la brillante idea de cargarse unas salinas de la zona (que contaba con valores arqueológicos, etnográficos, botánicos, geológicos, … es decir, una de esas joyas que tan acostumbrados estamos a cargarnos en nuestras Islas para construir apartamentos . Y a los miembros de El Aula de Arqueología, así como otros grupos de Ben Magec, se nos ocurrió la interesante idea de formar un equipo que contaba con: arqueólogos, historiadores, geógrafos, gente de ciencia del mar, geólogos, botánicos, etnógrafos…. Es decir un grupo de mataos que, como no teníamos trabajo, decidimos tratar de que estos HD (¿P?) construyeran los menos apartamentos posibles. Allí en la isla conejera la gente del Foro de Lanzarote se estaba moviendo muy bien.

Quien me conoce sabe que conmigo siempre se ha cumplido el dicho de mi abuela María: A todos los tontos se les aparece la virgen (¡¡No Bethencourt no!!, no me creo tonto sólo es un dicho y me hacia ilusión hacer famosa a mi abuela) y el acabar la carrera no podía ser menos…yo, en la carrera con más paro y sólo permanecí en él 15 días, ya antes de ir Cheli y Valentín, aconsejados por Paco Mireles, me propusieron ir a trabajar a Punta Mujeres.

No era la primera vez que excavaba, ya llevabamos bastantes en la época de estudiante, pero sí fue la primera vez que excavé de forma profesional (igual pero cobrando, no se crean). Lo que primero pensábamos antes de excavar que podían ser túmulos (siguiendo lo apuntado por Sebastián Jiménez Sánchez) se convirtieron en las casas que cualquiera puede ver hoy en día en la zona, además el conjunto constaba de una utilización casi continua desde la época previa a la conquista hasta momentos cercanos al presente, pues de hecho hallamos unas trincheras para uso militar.

El proyecto de excavación planteaba el acondicionamiento de este yacimiento para su visita, cualquiera que se acerque y vea el cartel que hay en la valla verá en unos bonitos dibujos como se planeaba dejarlo…no piensen en algo costoso sino en unos carteles explicativos y un caminito para que se acercara quien quisiera. A fin de no extenderme demasiado les diré que con la moción de censura del sur todo este proyecto, así como el parque arqueológico de Arteara, quedó paralizado y en el lamentable estado de abandono que todos pueden ver… lo triste es que esto no sea excepción, sino norma pues sólo tenemos que observar el yacimiento del Llano de las Brujas en la entrada a las Palmas por el sur. No entiendo las vallas, ¿de quien se protege el patrimonio? Pero tampoco que se le mate con el peor de sus enemigos…el abandono.

El sacachapas de cuatro estrellas.

El sacachapas de cuatro estrellas. (Por Jose_MB)

Queridos traperos, los que me conocen ya saben que entre mis múltiples habilidades se encuentra la de la facilidad por encontrarme siempre metido en medio en berenjenales múltiples. En honor a la verdad tengo que decir que un alto porcentaje de estos “sucedidos” son de naturaleza bastante simpática, y debe ser por esa razón por la que me invitan tanto a asaderos, cenas y demás eventos gastro-etílicos.

Pues bien, en esta ocasión, si no fuera porque me han fastidiado las pocas vacaciones que he podido disfrutar este año y porque lo que me ha sucedido puede que sea un reflejo de nuestro principal “monocultivo”, la cosa sería pa´ partirse de risa.

Como ya he dicho antes, he disfrutado de un cachito de vacaciones pero dividido en dos periodos, uno a finales del mes de julio y el otro a finales de agosto. En ambas ocasiones, decidí trasladarme al sur de la isla de Gran Canaria, a sitios muy dispares entre sí pero con resultados muy similares… Les cuento, pero por favor, sin ningún tipo de coña cuando me vean por ahí, que aún me dura la calentura…

Corría allá por el mes de julio cuando mi hombre (yo) carga su coche, mujer y niño (como en los chistes del periódico) y se traslada más contento que unas castañuelas a un complejo de bungalows cercanos al centro Comercial Faro 2, para más señas, recomendados por un conocimiento que tengo en una agencia de viajes

Hasta aquí todo normal ¿no? Incluso se podría decir que típica imagen autóctona estival. Ahora comienza lo bueno.

Llegamos; complejo cerrado con llave; nadie en recepción; recepción también cerrada; cartel cochambroso – apunto de salir disparado por el viento – en el que se leía “para cualquier asunto llamar al teléfono….”; como lo mío creí que era un asunto llamé; el niño impertinente con el calor y todo esto fuera de la cancela que rodeaba al complejo; mucho – mucho calor; nos abre señora de la limpieza que, con guantes de faena y delantal no introduce por encima de una especie de montaña de ropa sucia y nos da por fin unas llaves; atravieso pasillos flanqueados por terrazas, la mayoría de ellas llenas de personas canarias y algún que otro guiri parapetado tras 30 ó 40 botellas de smirnof y tetra-briks de sangría; en el paseo observo restos de jardines – donde entre tanta basura han podido sobrevivir algunas pocas especies vegetales -; llego a la terraza de mi bungalow; niño llorando; recojo botella Heineken rota; introduzco llave en cerradura (con mano derecha, izquierda transportando los cristales); abro; me da la bienvenida un comité de hormigas con banda de cornetas y tambores incluída; pinturas rupestres a base de cafenesconleche, chocolate, ketchup, humedades y espero que no fueran restos de fluidos amorosos ( a los efectos que había un menor, restos de café con leche).

Yo que soy un tío optimista, a esto no le doy ningún tipo de importancia y observo a mi mujer también muy contenta… niño ¡que te calles ya!

Abro dormitorio; entro dormitorio; más hormigas (estaban escondidas para saludar cuando encendiera la luz – como en las pelis americanas - ).

Venga, no pasa nada, control, mucho control, mucha energía positiva que diría Zambraca.

Protector, bañador y a la piscina; exceso de cloro; ¡papá me pican los ojos!; ¡eso no es nada niño!, lo jodido es el cable ese negro unido a una lámpara que flota y que sale de la pared; ¡ese cable no se toca!; ¡coño que hay dos! ¡Tampoco éste!; cuidadito cuando te bañes, no te choques con estos cables; el agua transparente, eso sí; vamos a la hamaca; no hay hamaca; sombrillas mucho menos (solo 4 en todo el recinto); ah mira sí allí queda una libre; no se puede rodar para ganar algo de intimidad, está atada por cadenas.

Segundo día, comienza una de las mayores olas de calor que se han registrado en Canarias en todos los tiempos. No importa, yo contento, me entretengo en ver corretear a las hormigas por mi cueva rupestre…

Otros detalles dignos de destacar: baño con apliques totalmente oxidados, placa que calienta mucho, mucho en el 1 y enfría en el 3 (¿qué te parece?, ¡siempre me han gustado las papas fritas preparadas a fuego lento!), sábanas adicionales para la cama de mi hijo agujereadas por varios sitios con lo que parecían quemaduras de cigarros, televisión – devoradora de monedas de 1 euro, iluminación tenue – romántica – cegante de la cueva…

Tercer día: agua piscina ya no molesta cloro; agua pelín turbia optimista; cable practicando natación sincronizada; no pasa nada.

Tercer día coincide con sábado, familias de todos los bungalows ocupados, invitadas. Jolgorio – puta madre en el agua, que al lo largo del día iba cambiando de tono: Seguimos en plena ola calor, no lo olviden. Menos hamacas, mismas sombrillas, más protector.

En el cuarto día traslado forzoso a la capital de la isla. “Sopita y pon” en playa de Las Canteras, para depurarnos algo de la piscina. Intento dormir en mi casa, se consigue dar una cabezada. Volvemos a Altamira.

Concluimos los dos días que nos quedaban, mi hijo le puso nombre a las hormiguitas como si del ganado de Heidi se tratara, cerrábamos los ojos al entrar en la piscina, con el convencimiento total de que las manchas del sofá seguían siendo de café con leche, además seguro y no admito coña…

Por lo tanto, muy bien, mi sistema inmunitario perfecto, yo contento, mi mujer más y el angelito llorando porque volvíamos a casa.

Hasta aquí normal, ¿no? En vista del éxito obtenido planteo el segundo periodo vacacional en otro estilo diferente al primero.

Gloria – Palace – Amadores 4 ****, Media pensión, dos adultos y un niño (los mismos de antes). Coche con menos cargamento que la otra vez. ¡Esta vez no fallo!, me imagino flotando en la talasoterapia, jacuzzis y chorritos por todos lados, relax total.

Llego, aparco, mala cara en recepción, le he fastidiado el bocadillo alguno. Mi mujer y yo nos miramos ¿Altamira? No, no puede ser tiene 4 ****, control, mucho control, si hay que rellenar las dos fichas estas, se rellena y punto.

Habitación “tranquilita” según la cataloga el hotel, justo dentro del barco pirata de la zona infantil y encima de la galería de tiro con arco y carabina, justo al lado del solarium con una intimidad del carajo la vela. Suelto maleta y vuelvo al del bocadillo interrumpido en recepción, solicito cambio y me comunican que está lleno total y no puede ser. ¡Felicito por éxito empresarial y llamo a mi agencia!

Antes de ver el espectáculo que ofrecía esa noche el hotel, solicitamos en recepción “un poquito agua, por favor”. Porque no les había dicho que en un hotel de 4 **** hay nevera, sí, pero totalmente vacío, por si alguien no quiere tomar nada o irse con aire fresco. Detallazo. Yo iluso pregunto que si ha habido algún error en mis dos habitaciones o coincidencia de esas tontas. No, es totalmente normal. El que quiera agua que la solicite `previamente al servicio de habitaciones, que tras tres horas de espera (y no exagero), una segunda llamada a recepción en tono mosqueo y tres euros además del precio de las botellas, se le sube a la habitación, sin ningún tipo de problema. Doce menos cuarto de la noche, niño durmiendo plácidamente, timbre, abro la puerta, camarera-guiri, bandeja, dos con gas y tres sin gas, no copas, no servilletas, no “SACACHAPAS”. Hablamos durante unos segundos en arapahoe, mucho bueno caracolo, acordamos quitar chapa 1 con gas otra sin gas…el resto, quedan con chapa en nevera.

Día siguiente, cambio de habitación piso más alto, vistas al mar preciosas (ahora sí y sin coña), ideal. ¿Todo bien? Pues no, olor-fecal-modalidad bajante estrecho-puta madre, repartido gracias a aire acondicionado y activado de tal manera que si abrías puerta terraza para salida del tufo, se paraba el acondicionado. Es decir, o tufo o calor, … “ Aaaah, haber elegido muerte”!

De repente parece por allí un señor de mantenimiento (casualmente a arreglar o instalar un tendedero) y se le comenta que si es normal lo del aroma. Él nos sugiere que echemos agua en abundancia por los bajantes y que de todos modos, nos manda a una camarera de piso para que lo arregle. ¡Quieto parao! Ahí me ven ustedes a mí, echando agüita con una botella por los sumideros con un estilo que hacía saltarse las lágrimas. Tras 5 ó 6 botellas de agua, apareció la camarera con un fuchi-fuchi que utilizó para rociar las cortinas, argumentando que no quitaba el olor y que era lo único que se podía hacer. ¡De película de Almodóvar! Insisto en buscar la cámara oculta.

Coincidiendo con mi segunda estancia en el sur grancanario, la climatología nos obsequia a todos con la segunda ola de calor del verano. Ya la cosa empieza a sonar a coña y a cámara indiscreta. Buscamos la cámara, no la vemos, desmontamos las lámparas, tampoco.

No importa, nos vamos a la piscina, cenamos y confiamos en que el olor haya desaparecido. Regresamos, olor concentrado, botellas de agua abiertas – vacías, llenas-cerradas, no sacachapas, insisto, no vasos, empute a más.

Descuelgo teléfono y llamo a recepción, exploto. Recepcionista “amable” me comenta (y atento al detalle!) que la misma queja pero, con las mismas palabras, se la transmita al señor subdirector y por lo tanto, pasa llamada (aproximadamente 12 de la noche).

Bajo a recepción y departo con el subdirector. ¡Hombre, perdóneme usted!, lo del tufo es un problema (¡la leche! de construcción, lo del sacachapas se lo arreglo yo sin falta, mañana le cambio de habitación, es que la gente de prácticas…

Para no cansarlos, paso a resumirles por orden cronológico el resto de aconteceres:

Tercer dia de estancia: segunda entrevista con el subdirector, me cambio de habitación y me invita a la talasoterapia.

Traslado de ropa y perchas por el pasillo. Botellas de agua, cambian a una tercera nevera, sin sacachapas.

Mientras haciámos la tercera mudanza, nos roban una toalla de la hamaca, recepción no sabe no contesta, eso es seguro que ¡habrá algún ratilla por ahí!. Nos dejan dos toallas, el protector, la biografía de Negrín de Ricardo Miralles y el “Qué han hecho con mi pais, tío” de Michael Moore. Conclusión: el ratilla sabía lo que quería, hizo un trabajo limpio.

Intento de almuerzo. En el bar de la piscina solo hay tres posibilidades de almuerzos: hamburguesa, perrito y sándwich. Como quiera que no está bien visto que a un menor se le consienta ese tipo de almuerzos durante más de tres días y como tampoco se me apetecía repetir, decidí ir a almorzar al “restaurante” a la carta!”. No existe. Bueno sí, pero no. En el mismo comedor, donde está el buffet de los clientes de la pulserita azul, la del todo incluído, hay una carta más propia de una hamburguesería con unos 8 platos a escoger. Ya la hemos jodido, la cara del camarero era un poema. Una familia intentando comer a la carta! ¿Dónde se habrá visto esto? Miradas, gestos, dudas, consultas a otros…

Cuando pro fín se aclara el protocolo de actuación en estos casos, nos sirven los primeros platos y a mí no se me ocurre otra cosa que pedir 2 (por glotón). Final de la escena. Mi mujer y mi hijo me abandonan, quedo sólo a la espera del puñetero solomillo. ¡Mucho perdón, señor! ¡Beba gratis algo! ¡Mucho tartdar! (Otra camarera guiri pero, esta habla en zulú). Me río, no aguanto más. Ni sueño con el postre, huyo de allí.

Mi mujer intenta ducharse y se queda a medias del intento SIN AGUA… Para recordar viejos tiempos en nuestra ciudad. Vuelvo a buscar la cámara, tiene que estar seguro…

Comoquiera que si no bajamos a cenar, se va la hora del bufet, se hace un moño tipo pelo apelmazado, se pone un poco de colonia y venga a cenar…

Mañana siguiente, la última. ¿Nos pasará algo más aún? Pues sí

Esta habitación, y suponemos que debido a la falta de agua de la tarde anterior, nos despierta a todos y nos da la bienvenida con el mismo y agradable olor que tenía la habitación anterior. No importa, vamos a desayunar.

Elegimos mesa, no tiene tazas ni cucharillas. A la tercera petición, nos traen las tazas, no así las cucharillas.

En vista de que el niño quería el colacao y era feo removerlo con los dedos, mi mujer decide levantarse ella y conseguir las cucharillas. No hay, están sucias, espere a que vengan más. Se espera y punto, ¿cuál es el problema? Va a estar cogiendo nervios cuando estás de vacaciones.

Me lavo los dientes, me visto y me voy.

Pago, dejamos carta al director de 13 folios (previamente solicitados en recepción)

Guardo de recuerdo dos botellas de agua, que como pagué y no pude abrir en el hotel, me traje para mi casa, y las tengo encima del televisor, al lado de la flamenca del traje rojo.

Prometo que todo lo contado es cierto, prometo también que si el director da señales de vida, les cuento.

Creo entender ahora en qué consiste el tema tan traído de la crisis del turismo. Mucho todo – incluido, mucho paquete barato de vacaciones en “Lazzzz Canariazzz”, y por lo tanto, abaratar costos para obtener píngües beneficios. Ahora entiendo por qué cerrar el Hotel Escuela, yo propondría quemarlo directamente… Le hice saber a los señores director y subdirector, respectivamente que me daba la puñetera impresión de que el turismo canario, mayoritario en el hotel, era el que estaba salvando la temporada de vacas flacas y que ellos entendían que no era un turista exigente y por eso se estaban permitiendo el “lujazo” de cobrar lo que cobraban y dar el servicio que daban. Me juego el bigote que a los suecos no les hacen lo mismo.