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Trapera

La Ciudad Alta se hunde

(Por Elena_ BR)

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, tiene un sector al que se le denomina Ciudad Alta porque, como su propio nombre indica, está en lo alto de las lomas de algunos barranquillos.

El calificativo de Alta, sólo y exclusivamente sirve para denominar la altura geográfica de la misma.

Muchas etapas ha tenido esta zona pero, tristemente, ninguna podemos considerarla como buena etapa para los barrios que la conforman.

Lo que antaño fuera el extra-radio de la ciudad, ahora se ha convertido en el centro geográfico de la misma, con las construcciones de los nuevos barrios o las expansiones de otros que antes eran más humildes: Tamaraceite, Los Giles…

De toda la Ciudad Alta, quiero centrarme en la parte que más conozco, en la que más he vivido y en la que por lo tanto, ningún politiquejo podrá convencerme de que no es verdad lo que siento o lo que veo en ella. Concretamente, quiero centrarme en los barrios de Schamann y Escaleritas.

Es muy penoso ver el abandono constante en el que se encuentran dichos barrios, sea cuál sea la formación política que gobierne en el municipio; aunque bien es verdad, que en estos últimos años (casualmente gobernados bajo la influencia del PP), yo he notado una mayor desidia, y sobre todo unos abusos exagerados. Quizás es que una va ganando años y experiencia y se da cuenta de más cosas que antes y en realidad poco tiene que ver con ideologías políticas pero, sea cual sea la causa, la cuestión está dejando a esos barrios en situación muy crítica.

Aunque muchos no lo sepan, Schamann no está formado solamente por las casas muy populosas y populares que rodean a la plaza de Don Benito, no. El barrio es mucho más grande y sigue siendo el mismo en lo que popularmente se llama “de la calle Zaragoza hacia arriba”, todas las calles paralelas y perpendiculares a la que en otros tiempos fuera tan comercial, transitada y famosa, la calle D. Pedro Infinito.

Incluso ambos barrios, Escaleritas y Schamann comparten una urbanización que nunca ha sido barrio pero que mucha gente ha creído siempre que sí: Las Chumberas. Ciertos edificios de esta urbanización están ubicados dentro de los límites de Escaleritas y otros (los menos) en Schamann.

La limpieza no es una característica común en estas calles, como tampoco lo es los jardines cuidados. Así como en otras partes de la ciudad hay cuadrillas de limpieza y jardineros semanales, nosotros podemos verlas alguna que otra vez y de manera excepcional.

Las aceras, sobre todo aquéllas que no tienen parking municipal cercano, no se han renovado nunca. Caminar por ellas es ir realizando un alegre equilibrio para no tropezar con los chicles, excrementos de perros, baldosas sueltas… Son los propios vecinos, más bien las vecinas, las que han asumido la limpieza del tramo correspondiente a cada portal y claro, está, algunos se limpian y otros no.

En estos días hemos podido leer en la prensa que hasta el Centro de Salud correspondiente está en situación total de precariedad: no tiene camillas, sillas de ruedas, medicinas… Ni que decir de las instalaciones (sobre todo del de Schamann).

Las estadísticas y datos municipales dicen que la líneas de guaguas más usadas por los ciudadanos son la 3, 30, 21, 22… Todas ellas pasean por la zona alta de la ciudad pero, sin embargo nos encontramos con que las frecuencias de salida de las mismas no son ni parecidas a otras menos rentables pero de las zonas más “chic” de la ciudad. Además estamos totalmente incomunicados con las zonas nuevas de la ciudad, si bien el resto de las zonas sí que lo están con líneas nuevas que se han creado.

En cuanto a infraestructuras socio – culturales, deportivas, escolares, recreativas, etc., no estamos mucho mejor.

Toda nuestra geografía está viviendo el fenómeno de la inmigración y esta zona aún más. No he visto, ni siquiera creo que lo hayan imaginado, actividades y/o acciones encaminadas a suplir algo las consecuencias que pueda traer tanto desarraigo. Quizás estén esperando nuestras autoridades a comprobar que nos pasará como en otras zonas del país, donde no se ha intentado hacer nada por los inmigrantes hasta que es demasiado tarde.

Como claro ejemplo de la situación de la zona, contarles lo ocurrido – hasta ahora – el parque del Canódromo.

El canódromo o “Los Galgos” como lo llamábamos todos, fue un negocio al que intencionadamente se dejó llegar al estado de ruina. Sus empleados en aquella época, pleitearon con los dueños y el propio abogado que les llevó el caso, los engañó y se quedó con todo: edificio y terrenos colindantes (no me lo invento, me lo cuenta una ex empleada). Por supuesto, hablamos del mismo señor que tras unas triquiñuelas aquí, un cambio de titularidad a favor de una hija y demás, ahora lo ha permutado al Ayuntamiento para un parque y que a cambio, le recalificasen un trozo de terreno a urbanizable. Este señor pretende ahora, con el beneplácito del Exmo. Ayuntamiento edificar dos torres enormes, enormes, enormes… Seguramente estarán totalmente integradas en el entorno.

Los vecinos de la zona, han llevado al juzgado el tema. Aún no se ha resuelto pero, como todo esta ciudad, la venta de las viviendas ha comenzado, se ha hecho una carretera nueva, están evaluando el tipo de suelo…

Por si todo lo contado parece poco turbio, hace cosa de unos meses, una empresa (de la cuál no recuerdo su denominación), lleva al consistorio al juzgado (y se admite a trámite) por permutar un terreno del cuál ellos eran titulares. Es decir, el abogado antes mencionado, cambió al ayuntamiento, sus terrenos y los que no eran de él. ¿Y ustedes han oído que Pepita diga algo? ¡Lo mismo he oído yo!



Dicho parque se proyectó en dos fases: la primera se realizó en dos meses, tres a lo más (¡súper rapidísimo que las elecciones están a la vuelta de la esquina!) y la segunda fase (supongo) estará lista para las próximas elecciones…

Por no tener, el pobre no tuvo ni inauguración por todo lo alto. ¡Y eso que se abrió a los usuarios una semana antes de las elecciones municipales!. Quiero pensar, que el delito era tan grande, que Soria no quiso utilizarlo como reclamo publicitario porque otra cuestión no se me ocurre. El parque tiene de vida útil casi lo mismo que Dña. Josefa de alcaldesa. ¡Cómo todo lo de la ciudad vaya como este parque en cuestión…!

Los jardines, como los del resto de la zona, son replantados de geranios cada tres o cuatro meses, luego se riegan poco, no se limpian, las malas-hierbas crecen en plan jungla… Algunos “remos” o juegos de los niños, no funcionan hace tiempo, es más alguno hay que no ha funcionado nunca. El parquito no tiene un solo espacio de sombra a lo largo del día (detalle a tener en cuenta bajo mi punto de vista, cuando los usuarios son los niños). Por supuesto, ni un arbolito, ni una palmera… Aunque pensándolo mejor, así no les cogemos cariño para cuando nos las talen alegando que dan cobijo a delincuentes. La fuente, funciona a ratos del día (claro, habrá que ahorrar luz), y está tan bien hecha que continuamente el agua se encharca en los alrededores (donde curiosamente y peligrosamente, está instalada una tapa de registro de Unelco)

El firme del parque, el suelo, merece atención individualizada (como la docencia). Lo que en el primer mes era un parque plano, recto, totalmente horizontal (que se dice), ahora tras un año y medio después, se ha convertido en una “súper-maqueta-didáctica-de-geología”. Podemos apreciar, a poco que nos pongamos, lo qué es un corrimiento de tierras, lo que es una falla, un hundimiento, un pliegue de terreno, la poca elasticidad de las rocas y/o la dureza de las mismas…

Para que entiendan el por qué de esta situación tan lamentable del mismo, debemos remontarnos unos quince años atrás, cuando en un inusual invierno que ya había sido lluvioso, de repente un día calló una tromba de agua y se desplomó totalmente la calle que ahora es una de las fronteras laterales del parque. En aquel entonces, fueron los propios técnicos del ayuntamiento los que después de muchos estudios y averiguaciones nos dijeron a todos que esa zona (TODA) tenía un subsuelo formado por galerías naturales, por cuevas, además de ser de suelo arcilloso; que como había llovido mucho, y se había ido filtrando mucho agua, el suelo cedió ante el desplome de alguna/s galería/s…

¡Dónde están ahora esos técnicos? ¡Es que de repente ha cambiado la morfología del terreno! No, de momento, seguimos sobre subsuelo arcilloso y cavernoso, y los desplomes del parque probablemente se deban al goteo instalado para el riego de los jardines. Lo que antes era plano, ahora es idéntico al perfil de una montaña rusa. Y cada vez que el número de grietas y socavones aumenta considerablemente, primero viene una cuadrilla al parque y la llena de cintas para que no se pase por esas zonas (como si los niños entendiesen ese código) y semanas más tardes, otra que elabora una buena mezcla de arena y cemento con agua, y reparchea las grietitas en cuestión.

Yo que ustedes, si conocen a alguien interesado en comprar en esas famosas torres, le avisaría de lo buena que es la zona para construir mamotretos de tal tamaño.

En fin, creo que con mi ejemplo he sido bastante clarificadora de lo hundida que está la zona alta y de las pocas expectativas que tiene de volver a salir a flote. ¡Pesimista que es una!

1 comentario

Bethencourt -

Una vez más, Elena, arrojas luz sobre un tema que para el que esto escribe estaba muy, muy oscuro.
¿Hay colectivos o asociaciones que -como en su día "Chácaras-Escachumbe- estén trabajando para mejorar la situación? ¿O estamos hablando de un páramo, en lo que a la ciudadanía activa se refiere?
Si estamos más cerca de lo segundo que de lo primero, voy a empezar a preocuparme mucho, la verdad.

Un saludo.