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Lactancia materna

Lactancia materna (Por Elena_ BR)

En el periódico “La Provincia” de hoy 13 de abril, y supongo que en otros muchos diarios de tirada nacional, aparece una noticia en la columna de Breves que me permito citar textualmente:

“El 60,8% de las madres limita el pecho a sus hijos a sólo seis semanas. La ministra de Sanidad, Ana Pastor, recordó ayer este dato, mientras que hay un 23,6% que da de mamar a sus hijos durante seis meses (…) según la última Encuesta Nacional de Salud.”

Por supuesto que no pretendo discutir ninguno de los beneficios que aporta la lactancia al niño, a la madre, a la economía familiar en el ahorro de preparados lácteos, al vínculo afectivo, a la comodidad de tener preparada la comida en cualquier momento, a la inmunización natural que se consigue en el niño…

Lo que sí pretendo con estas líneas es dar mi opinión del por qué de esos datos, de esos porcentajes, para mi gusto, tan desastrosos.

Nuestros expertos se empeñan en bombardearnos a las madres con este tipo de beneficios de la lactancia materna (que insisto, no discuto ninguno de ellos) pero, me parece que las campañas no van acompañadas de medidas que sean efectivas.

¿No será que, generalmente, las madres se tienen que incorporar a trabajar antes de las generosas 16 semanas que tienes de permiso laboral por parir, porque han tenido que anticipar alguna de ellas al parto porque ya les es imposible seguir con la dinámica laboral?

No vayan a creer que estoy pensando que mujer embarazada, mujer inútil laboralmente. No, para pensar eso están los empresarios y ya son bastante poderosos. No, no van por ahí mis tiros.

Mis 16 semanas de baja maternal, las pude gozar completas después del nacimiento de mi hijo porque ¡rompí aguas en mi puesto de trabajo!

Soy del grupo perteneciente al porcentaje inferior, mantuve la lactancia hasta los seis meses del niño, no sin antes dejar abierta una gran brecha en mi puesto de trabajo (que aún hoy, tres años y medio después del mismo) aún no ha cicatrizado, ni creo que vaya a cicatrizar.

Por supuesto que sé que las leyes laborales te dan derecho a una “hora de lactancia” reducida de tu horario laboral o a dos medias horas si trabajas en jornada partida (como es mi caso). Por supuesto también que la solicité y la “¡¿disfruté?!”.

Mi jefe llamó públicamente a mi hora “la hora de mamancia”, en referencia al privilegio que se me otorgaba por haber traído un hijo al mundo.

Mi vida en la empresa se divide (como la Historia, a. C. y d. C.) antes de mi embarazo y después del mismo. No es que mi rendimiento haya disminuido, al menos no por esa causa.

Ya sé también, que si quisiera podía haber denunciado ese moobing sutil al que estaba siendo sometida, pero, gracias, mi única preocupación era llegar a tiempo de “dar la teta” y con el humor suficiente para que mi hijo no pagara el pato con tan corta edad.

No creo que esté muy bien esto de usar una página colectiva para contar casos tan particulares pero es que aquí estriba el sentido que le quiero dar a este comentario: no creo que sea tan particular… Conozco a pocas mujeres que de verdad se sientan amparadas a la hora de llevar adelante un embarazo, parir, amamantar a tu hijo/a y compaginarlo con el trabajo, o más bien, con el jefe que cofunde “los ajos con las coles”.

Luego existe otro gran problema, agobiamos tanto a la madres, o nos agobiamos nosotras mismas (que también puede ocurrir), con lo chachi piruli que es eso de amamantar que, conseguimos estresar más a las que no reúnen todas las condiciones necesarias para hacerlo y aparece el temido pero habitual entre padres y madres, sentimiento de culpa por no poder hacer lo mejor para tu hijo…

Por todas estas razones, concluyo afirmando que la baja tasa de natalidad, la poca lactancia natural entre nuestros niños, la edad avanzada de la mujer para su primer parto… tienen una raíz común. El desamparo en el que te encuentras como intentes llevar una vida laboral y familiar dignas a la vez, clama al cielo pero, por lo visto no clama a las puertas de la Inspección Laboral.

Basta ya de campañas absurdas, de bombardeos de estadísticas, de análisis de resultados y a ver si algún Gobierno/gobernante coge el toro por los cuernos… igual habrá que esperar que llegue arriba alguna recién parida (¿Será incompatible?)

Desde luego, a mí me han quitado las ganas de ampliar la población española…

7 comentarios

Miguel Zidane Blanco -

Ave maria cuando seras mia si me quisieras to te daria.
Deportivo 0-1 Oporto

Vaya decepcion!!!!

Javier Corcuera Franco -

vaya basura de documento ha sido publicado.
Es indignante

Miguel_AG -

Gloria, estoy totalmente de acuerdo contigo... me han gustado muchísimo tus palabras y tu planteamiento.
Quisiera aclarar, no obstante, que cuando dije relación "madre-hijo" también me refería (o quería referirme) a la relación "padre-hijo". Me da rabia haberme expresado de esa forma porque parece que esa relación no es ni importante ni necesaria y es todo lo contrario. De hecho, recuerdo que hace un par de años unos amigos tuvieron un niño y el padre me hablaba de esa relación madre-bebé y, sinceramente, me repateó un poco porque la forma en la que lo dijo me sonó a querer escaquearse del cuidado y atención del bebé, como si eso fuera sólo cosa de la madre, mezclando vínculo mamá-bebé con responsabilidad y obligaciones ante un hijo.

Gloria -

Estoy básicamente de acuerdo con todo lo que expone Elena. Es imposible no estarlo siendo trabajadora y madre, con lo que creo dejar claro que todas sufrimos el antes de y el después de, aunque...
No pongo en duda los beneficios de la lactancia materna (bien ejercida).Sin embargo, creo que es la mujer y madre quien debe decidir si optar por ella o no valorando todos los criterios que quiera (lamentablemente también hay que añadir los que le imponen) incluyendo, por qué no, la estética. Por cierto, creo que el embarazo en sí puede producir mÁs estragos "estéticos" que el dar el pecho.
Es curioso que los comentarios al artículo que se han hecho, vayan dirigidos al papel de la madre. Hoy por hoy, es mayor el número de familias tradicionales que el de monoparentales, por lo que no tiene sentido obviar al padre.
Las soluciones a los problemas con que TODOS nos encontramos a la hora de tener hijos plantean aumentar el tiempo de baja por maternidad, ¿no coloca ésto a la mujer en una situación de discriminación laboral mayor de la que sufre actualmente? ¿Por qué no planteamos una baja por paternidad obligatoria, con la misma duración que la de maternidad?
¿Por qué los hombres siempre llegan a la conclusión de que las madres tenemos que pasar más tiempo con nuestros hijos?, por qué no el padre?
Cuando hablamos de estrechar vínculos, ¿por qué siempre la madre? ¿No tiene el padre que establecer vínculos afectivos con sus hijos?...

Elena -

Sergio, el pedho se estropea igual por seis semanas que por seis meses. No creo que sean razones estéticas. Por lo menos, no es mi caso.

sergio -

Si no recuerdo mal, en Alemania la baja por maternidad es de seis meses (la pareja de un amigo es alemana y trabaja para el colegio alemán, que por lo visto se rige según el regimen laboral alemán para los profesores que son de aquel país). No es un mal comienzo.

Coincido con Miguel que es más importante el hecho de que la madre esté con el niño que el que se de x euros con el que podamos pagar a alguien para que haga esa labor.

También me pregunto si el hecho de que haya madres que dejen de dar el pecho pronto no se verá influido por cuestiones de estética. Fue lo primero que me vino a la mente al ver el titular...

Miguel_AG -

Creo que si hay interés en el Gobierno por aumentar la población, lo primero que debería sería demostrarlo y potenciarlo, como, por ejemplo, ampliando las 16 semanas de baja maternal, medida más importante que el pago de 100 euros/mes por tener un niño menor de 3 años, que estará bien, pero es insuficiente, sobre todo porque creo que es más importante el contacto entre madre-hijo en los primeros meses de vida que una paga.
Por otro lado, me parece que además de escribir en Trapera sobre todos los temas que queramos, creo que la experiencia de escribir y compartir lo escrito se enriquece con nuestras propias vivencias y experiencias...