¿Y AHORA QUÉ CON COCA?
Por Hideyoshi
Hablando hace unas fechas con dos de las personas que más admiro (Agustín de Bethencourt y Philippe Tacoronte) mientras tomábamos un té en el kiosco de San Telmo reflexionábamos acerca de las necesidades políticas de Canarias, de la viabilidad de un proyecto nacionalista y de las características que este debía tener y de si la vía independentista seguía abierta o no. Si algo quedó claro fueron dos cosas: por un lado, que lo primero que debía hacerse era replantear las necesidades actuales de Canarias y crear una comunidad más fuerte…con proyecto nacionalista o sin él, nuestras islas son un caldo histórico de cultivo de crisis debido a la fragilidad que a lo largo de los siglos ha tenido siempre su economía por depender siempre de una sola cosa (ya en un artículo previo hablamos al respecto de esto en esta blog). El que las Islas replanteen su dependencia en cuanto a energía, por poner un ejemplo, apostando por energías limpias de forma decidida de una vez por todas; por I+D y otros aspectos que serían beneficiosos a medio y largo plazo es una necesidad imperiosa. La hora de proyectos faraónicos y que sólo pretenden llamar la atención del electorado debe quedar atrás de una vez por todas; la hora de la especulación y el enfrentamiento político debe dar paso, más en un momento de crisis, a la hora de la lucha por un futuro para nuestras Islas.
Por otro lado, quedó claro la necesidad de replantear el panorama político isleño, definiéndose de una vez qué tipo de proyecto se quiere para las Islas. Es en este segundo de los puntos donde las cosas están aún más difíciles si caben. Con un grupo de políticos que adolece de la preparación necesaria para no confundir y plantear con coherencia las diferencias entre nacionalismo e independentismo, que hacen confundir al electorado con idas y venidas, con peleas internas y tanto yendo para un lado como para otro, no es de extrañar que el primer paso: crear una conciencia de canariedad en los isleños firme, que se aleje de los tituveos que han tenido hasta el momento. No es de recibo que este año ningún alumno vaya a impartir la asignatura de historia de Canarias, por poner un ejemplo y que luego se quiera hacer ver a la juventud que hay una necesidad histórica de buscar, por la vía nacionalista, nuestro hueco dentro del proyecto de España.
Las luchas internas por replantear el proyecto de COCA, las luchas por el poder y por salvar los muebles, ya que ni el proyecto COCA-ATI ni NC está dándoles los resultados apetecidos, ha llevado a que un “partido” sin principios ni ideales fijados, más allá de los que puede tener un cajón desastre en el que todo cabe, luche ahora por redefinirse y mantener el lugar de privilegio que ha tenido en el panorama político isleño y que en las últimas elecciones ha visto tambalear. La última damnificada ha sido Maria del Mar Julios, que ahora se queda en la secretaria y ve como le acaban de hacer la cama que le llevaban tiempo preparando, y Lobo ha visto como Claudina Morales se le ha adelantado en su lucha por el poder de COCA en Gran Canaria. La imagen que ese conglomerado da por momentos es cada vez peor, y lo triste es que desprestigia de paso cualquier opción nacionalista…. ¿Qué camino tomar? Un abrazo
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