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MILITARES EN POLÍTICA....¿UN RIESGO ASUMIBLE?

MILITARES EN POLÍTICA....¿UN RIESGO ASUMIBLE?

Por Hideyoshi

En estos últimos días ha surgido la polémica en las calles de Madrid, cientos de militares se han manifestado para luchar por el derecho de participar en política. Se sienten discriminados, ciudadanos de segunda es el grito más escuchado, ante la imposibilidad de participar en la vida política más allá del hecho de ejercer su derecho al sufragio.

En tema es más espinoso de lo que parece y podría ser tema de discusiones muy interesantes. En apariencia el ejercicio de la actividad política por parte de cualquier ciudadano debe ser un derecho, pero ¿puede España, con el pasado histórico que tiene, permitirse el lujo de dejar participar a los militares en activo en la política? (no sólo asumiendo cargos, sino entendiendo como tal la participación en mítines o manifestaciones de dicho carácter).

Lo ideal sería que sí, pero la Historia nos encarga de recordarnos que, por lo menos en el pasado, la respuesta ha sido NO. Muchos son los militares que se han servido de su situación laboral para hacer valer sus planteamientos políticos. Sólo hay que mirar la historia del siglo XIX español, salpicada de pronunciamientos, para que nombres como Riego, Narváez, Prim, O´Donnell o Espartero. Y si nos vamos al XX, las figuras de Primo de Rivera o de Franco se nos vienen a la memoria. El ejército, tradicionalmente ha sido un reducto de ideales conservadores, salvo ejemplos como Rojo en época republicana o la UMD en la Transición. Pero bien sea para un lado o para otro, lo que no puede permitirse es que utilicen su posición laboral para imponer  sus idas, sé que la mayoría no usaría su cargo como trampolín de un modo violento, pero la tentación es grande y el riesgo enorme, si tenemos en cuenta el pasado español.

Tengo amigos militares, encima grandes amigos (uno desde los 15 y otro desde hace unos años, ambos son de mis mejores amigos). Pero casos como los vividos recientemente con el capitán de la legión que quería hacer una marcha a Madrid para reivindicar que no se dialogara con ETA, muestran que el peligro existe.

Espero que a partir de aquí podamos entablar un jugoso debate.

2 comentarios

hideyoshi -

El ejemplo que ha dado del clero, creo que es acertadísimo, Profesor. Yo soy católico, pero parto de la base que dentro de la Iglesia, como en cualquier otro grupo, hay gentes de ideología diversa. Desde los de la teología de la liberación (entre los que me incluyo. ¡Arriba J. Sobrino!) hasta la derecha opusiana, y todo sin salir de un grupo. Dentro del ejército, pues igual....si bien en el tema del nacionalismo no habrá, una variedad de opiniones como es obvio. Pero a lo que íbamos, cuando hace unos meses se criticó a los obispos que salieron en las manifestaciones del PP, no era porque como ciudadanos no pudieran tener opinión, sino que como personajes públicos, que tienen detrás a gentes de diversa procedencia política en un asunto no político (aunque mi querido Philippe me diría ahora que TODO es política) pues deben comedir sus actos. Un abrazo, Profesor

Profesor C. Rodríguez Ruano -

Creo, Hideyoshi, que con lo dicho y la nomenclatura citada se hace innecesario abundar en más ejemplos. Los que quieran seguir la senda de Chávez, tienen todo el derecho: les bastaría con renunciar a su puesto en la milicia y dedicarse a la Política. Lo mismo se podría decir del clero. No veo yo a un cardenal ejerciendo durante cuatro años de senador. Un consejero de una empresa multinacional no puede ser al mismo tiempo diputado de un partido y, es un suponer, votar en la Cámara contra los intereses de su empresa. Una cosa no es otra cosa. Cada Grupo tiene un reglamento diferente.