El caballo blanco del poeta ciego
(daniel bellón). Este poema lo escribió el gran Rafael Arozarena, dentro de un libro que rompía radicalmente su propio discurso previo, y con las tendencias de la poesía de la época, tanto dentro como fuera de nuestras islas: "El omnibus pintado con cerezas", de 1971. Arozarena es más conocido como novelista que como poeta, gracias su magnífica novela "Mararía", sin embargo el se considera fundamentalmente poeta, y es a la poesía a la que ha dedicado la mayor parte de su actividad creativa. Arozarena fue uno de los fundadores del grupo fetasiano que, fundamentalmente desde Tenerife, y alrededor del concepto que se concretó de manera más palmaria en la novela FETASA de Isaac de Vega, partiendo de una visión existencialista, amante del enigma y el absurdo, y una actitud estética vanguadista, que enlazaba con la generación machacada de "Gaceta de Arte", y que suponía una divergencia radical respecto la estéticas dominantes, especialmente en la poesía y la narrativa peninsular.
Aquí les va:
EL CABALLO LOCO DEL POETA CIEGO
Salta caballo, pájaro, poeta
ciego conjunto, bala desangrada del pecho de los ángeles.
Vuela, salta, libera los ríos ascendentes
de la sangre encendida. Galopa fieramente como un bárbaro
guerrero de la luz y de la sombra.
Destrenza las inútiles verdades de tus versos malditos
la mentira de todo lo que es cierto y ven tus ojos.
Destruye y quema el viento como las crines sueltas de tu propio entusiasmo.
Galopa fieramente. La rabia sea contigo, las alas y el silencio.
Traspasa las vidriosas ventanas del cielo navegable.
Salta, galopa y salta con Dios o con el Diablo
quema el alma y persiste.
Aún te quedan alas. No se quiebren tus alas
con premio ni castigo, con la vida o la muerte.
Salta caballo, pájaro, poeta
que el día fue una luz entre dos sombras.
Galopa y vuela. Ya no serás ceniza
cuando la inmensa hoguera del poniente
de nuevo resplandezca. Ya no serás ceniza
aunque los desalados
los inútiles ángeles que imprimen sus huellas en la arcilla
insolentes y dignos se pregunten
si vas a parte alguna.
Aquí les va:
EL CABALLO LOCO DEL POETA CIEGO
Salta caballo, pájaro, poeta
ciego conjunto, bala desangrada del pecho de los ángeles.
Vuela, salta, libera los ríos ascendentes
de la sangre encendida. Galopa fieramente como un bárbaro
guerrero de la luz y de la sombra.
Destrenza las inútiles verdades de tus versos malditos
la mentira de todo lo que es cierto y ven tus ojos.
Destruye y quema el viento como las crines sueltas de tu propio entusiasmo.
Galopa fieramente. La rabia sea contigo, las alas y el silencio.
Traspasa las vidriosas ventanas del cielo navegable.
Salta, galopa y salta con Dios o con el Diablo
quema el alma y persiste.
Aún te quedan alas. No se quiebren tus alas
con premio ni castigo, con la vida o la muerte.
Salta caballo, pájaro, poeta
que el día fue una luz entre dos sombras.
Galopa y vuela. Ya no serás ceniza
cuando la inmensa hoguera del poniente
de nuevo resplandezca. Ya no serás ceniza
aunque los desalados
los inútiles ángeles que imprimen sus huellas en la arcilla
insolentes y dignos se pregunten
si vas a parte alguna.
11 comentarios
Philippe Tacoronte -
Philippe -
perera -
perera -
perera -
daniel -
En cuanto a la vanguardia, yo tengo una idea histórica de ese concepto, quizás algo reduccionista: para mí las vanguardias son un fenómeno de los primeros 20 (estirando 30) años del Siglo XX. Otra cosa es si hablamos de vanguardia como actitud. Entonces, para mí, vanguardia es el artista que abre nuevos caminos (si llevan a alguna parte, claro, si no, es mero experimentalismo más o menos gaseoso). Creo que la actitud de encontrar nuevas vías a la expresión forma parte (o debería formarla) de cualquier artista.
perera -
Ahora, personalmente, cuando uno escribe, ¿quiere ser vanguardista, tal como lo solemos entender? Vamos, esto no me lo planteo ni por asomo (con el término "vanguardia"), a no ser que le demos un otro sentido a este término tan insistentemente (y conscientemente) zarandeado. Ni vanguardias ni nada; hagamos otra cosa que no sea "vanguardia". ¿Por qué no nos ponemos a hacer romanticismo alemán? ¿O barroco español? Inventemos nuevos términos. No puede haber vanguardias hoy porque "debría" haber otra cosa.
perera -
De todas formas, yo creo que Philippe (interpreto) se efiere a qué
pensaron acerca de Canarias los miembros de Gaceta. O sea, ¿qué palabras, términos o conceptos sobre nuestra circunstancia o nuestro arte, pertinentes y arriesgados,
recordamos en ellos; o reivindicaciones y denuncias, u olvidos e injusticias del pasado isleño? Fíjate que, sin embargo, "La Rosa de los Vientos" algo sí tenía de eso. Y no sólo en el marco de la revista, sino miembros como, por ejemplo, Juan Manuel Trujillo en el periódico La Tarde, escribiendo sobre nuestra literatura, diciendo que Canarias tenía su tradición literaria-cultural; o exhumando textos de nuestro pasado literario, etc. O Agustín Espinosa, en cierto sentido, con sus trabajos sobre el Romancero y Clavijo y Fajardo. O, incluso, Valbuena Prat, asombrosamente publicando su "Historia de la poesía canaria".
Un trabajo en esta línea canaria, ¿fue realizado por Gaceta de Arte?
daniel -
En cuanto a las vanguardias ¿donde está pregunta Philippe? Bueno, sin entrar en debates conceptuales, la estética de las vanguardias artísticas que explotaron en los años 20 y 30 , e incluso posteriores tendencias tipo el pop art,y tantas otras están hoy asimiladas (Basta con ponerse a ver anuncios de la tele). Claro, y casi inevitable, me temo. Pero, centrándonos en la literatura, o en la poesía en particular ¿Puede concebirse la poesía del pasado siglo XX sin la presencia y la herencia de las vanguardias históricas? ¿Puede entenderse a Neruda, por poner un ejemplo clarito, sin referirnos a ellas, o a Vallejo, y a todo lo que brotó de esas dos fuentes? Las vanguardias fueron un fenómeno histórico, de un tiempo concreto y como tal hay que aprehenderlo. Y desde ese punto de vista hay que analizar su influencia en los años posteriores a su eclosión.
Otra cuestión, al final, en literatura, la obra es lo que queda, y la promoción de GA, dejó una poquita, creo yo, que justifica sobradamente su existencia: "Crimen" de Espinosa, la poesía completa de García Cabrera, "Lo imprevisto" de López Torres (escrita en la prisión de Fyffes antes de ser ejecutado) "El enigma del invitado" de Gutierrez Albelo... Mi opinión es que esta gente no tuvo la opción de asimilar el discurso foráneo que era el surrealismo y los demás ismos y poder desarrollar un discurso propio, como sí sucedió en Latinoamérica, pero es que algo pasó el 18 de Julio de 1936...
Esa es su obra, las glosas de Sánchez Robayna o las reivindicaciones lights de algunos "jóvenes" intelectuales canarios es otra cosa. Yo no me olvido qué fue de López Torres cuando leo "Lo imprevisto", o donde escribió García Cabrera algunos de sus mejores poemas. No me olvido de quien y qué les hizo eso. Personalmente, creo que la obra de aquellos, entonces jóvenes canarios que buscaron inquietos aires nuevos, y pagaron por ello un alto precio, debería ser patrimonio de todos los canarios, y no deberíamos dejar que fueran patrimonializados por sectores con intereses políticos y profesionales concretos.
Alguna secuela quedó, el Felix Casanova postista, o los propios fetasianos, operando en plena España franquista. Tal vez no fueron los más valientes del pueblo, pero no se acomodaron a la hora de escribir. Frente a la escritura fueron honestos. Más de lo que se puede decir de casi todos...
Vale, el libro de Pérez Minik adolece de todos los defectos que dice Perera, pero hay que recordar las circunstancias vitales y personales de Pérez Minik.
Cierro este rollete. Creo que a las generaciones anteriores hay que agradecerles lo hecho y no manosear lo que no hicieron, sino ponernos nosotros a la tarea...
perera -
Philippe -