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Trapera

¿Sólo tiembla la tierra en el Rif?

(daniel bellón)
El Hace dos semanas, la tierra tembló en Alhucemas, y una vez más se mezcló la violencia de la naturaleza con la miseria humana, y un temblor que en una ciudad europea hubiera provocado poco más que un sobresalto, dió lugar en esta olvidada región marroquí, justo frente a las costas peninsulares a,una catástrofe humana y social .

Al desastre se le acompaña de la inoperancia de los servicios y aparatos del Estado, que no sólo se muestra lento y poco operativo para ayudar a las víctimas, sino que, además, dificulta y traba la acción de las organizaciones no gubernamentales.

En algunos períodicos se habla de un fuerte descontento entre las víctimas del terremoto con las autoridades marroquíes, y la visita, tardía y extremadamente breve de Mohamed VI a una región tradicionalmente despegada de la monarquía de Rabat, no parece que haya contribuido a calmar los ánimos. Se hacen lecturas un poco extrañas sobre un nacionalismo emergente en el Rif, ahora que los periodistas españoles descubren sorprendidos que en las montañas rifeñas se habla escasamente el árabe, al igual que el la Kabilia argelina, sino tifinagh (o, por mal nombre, bereber), pero no hay en la base del resentimiento colectivo de los rifeños un componente étnico, entre otras cosas, porque la gran mayoría de la población marroquí es de origen tamazigh o bereber, si bien en las zonas más ricas y urbanas del país la arabización cultural ha sido más completa. Lo que hay es una larga historia de resistencia, primero contra el colonialismo franco-español, y después contra la imposición de la monarquí alauita y la postración de la región, convertida en la más pobre del país, condenada a vivir de la producción de hachís y de las remesas que sus numerosos emigrantes remiten.

A algunos les sonará, espero, el nombre de Abdelkrim, terror de las fuerzas coloniales españolas (Franco, Millán Astray, etc) y que en los años 20 del siglo pasado estuvo a punto de poder constitir una república del Rif, tras la primera expulsión de las tropas españolas. La lucha contra las fuerzas coloniales de los rifeños sólo pudo ser abatida a través de la acción conjunta de Francia y España, durante la dictadura de Primo de Rivera. Ese ejército colonial que se creó para alimentar renovados sueños imperiales, fue el que posteriormente volvió armas contra su propio país unos años más tarde, allá por Julio de 1936.

Es curioso, por así decirlo, comprobar la escasa presencia en Internet de webs en español sobre la guerra del Rif. Es un episodio muy oscuro de la historia moderna española, y, que yo recuerde, España no ha pedido nunca perdón por las barbaridades cometidas, posiblemente similares a las realizadas por otras potencias coloniales en África, y en las que puede rastrearse el origen de la decadencia económica y social de nuestro continente próximo, víctima de un saqueo inenarrable y continuo durante siglos, empezando por sus seres humanos, que sirvieron de fuente de energía para mover la gran fábrica de capital que fue la América colonial, y siguiendo con sus materias primas.

Dicen que se ve fotos de Abdelkrim en las solapas de algunas chaquetas en el Rif. No sé si será así, pero debería preocuparnos lo que allí suceda, porque de las cenizas de estados corruptos e ineficaces como el marroquí, hemos visto como crece la planta del resentimiento y el fundamentalismo islámico. Europa puede apoyar las fuerzas progresistas marroquíes y rifeñas, ahora que todavía se puede para que Marruecos avance, o puede optar por sostener la siniestra monarquía alauita hasta que acabe cayendo por su propio peso sobre la cabeza de sus súbditos. No nos quejemos después de las consecuencias de nuestra in/acción.

Una nota final para la esperanza. Algo se mueve en las dos orillas: visiten, si no, estos sitios, entre tantos otros:
Comunicado de solidaridad con las ví­ctima del terremoto de Marruecos, Indymedia Euskalerría
Red Dos orillas
Comision de apoyo a las victimas del terromoto del Rif

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