EL CATOLICISMO EN HORAS BAJAS

Por Hideyoshi        

   Próximamente Ratzinger Z llegará a Valencia una visita que no viene sino a confirmar que, de los muchos sectores de la Iglesia, es el sector más retrogrado el que se ha hecho con el poder.        

   Ratzinger ya  había mostrado a las claras su tendencia en el pasado cuando arremetió tenazmente contra la iglesia de la liberación de la que  en un documento titulado Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación del año 1984 dijo: “La teología de la liberación constituye un peligro fundamental para la fe de la Iglesia, porque se trata de una nueva forma de comprensión global y de realización del cristianismo en su totalidad, y que por esto cambia todas las formas de la vida de la Iglesia, su constitución jerárquica y sacerdotal, la liturgia, la catequesis, las opciones morales. Se trata de una nueva interpretación del cristianismo, cuya gravedad no se valora suficientemente porque no entra en ninguno de los esquemas tradicionales de herejía”.        

   Parece haber olvidado que la Iglesia somos todos, que no debería ser una organización piramidal (¿acaso no somos todos iguales a los ojos de Dios?), no debería perder el rumbo y apartarse de los pobres (¿con quién estuvo Jesucristo?), recordar la importancia de las buenas obras (por sus obras los conocerán que decía la Biblia), y sobre todo no tratar de sentar dogmas acerca de las difíciles cuestiones que sacuden a la sociedad actual sin tratar siempre de estar con el necesitado, actuar desde la comprensión y recordando siempre aquello de que no juzgues y no serás juzgado. ¿Cómo ante la  homofobia, enfermedades de transmisión sexual y su posible freno,… se puede tomar la actitud que la cúpula eclesiástica toma y pensar que a la vez se es coherente con la fe predicada?       

     La última cosa que me produjo verdadera repulsión fue ver como la visita papal se convierte cada vez más en un mercadillo donde se vende desde mochilas,relojes,fotos,…..ya no son absoluciones papales o reliquias como en la Edad Media. Pero en ambos casos….¿En qué se diferencian de aquellos comerciantes y cambiadores de monedas a los que Jesús echó del Templo de Jerusalén?

      Bueno, para ir terminando, creo que la Teología de la Liberación ha ofrecido (aunque tendrá sus humanos errores) la respuesta más coherente con respecto a la fe que Jesucristo propuso…y hasta que el clero (que en muchos casos ya lo hace) asuma que ese es el camino, EL CATOLICISMO SEGUIRÁ EN HORAS BAJAS.