Blogia
Trapera

El partido de Dios

(Por Teodoro Santana)

Cuando la religión se mezcla con la política aparecen fenómenos extraños. Hizbulá, el Partido de Dios. George W. Bush y el cristianismo de extrema derecha y neonazi. Los obispos católicos españoles, dedicados a convocar manifestaciones políticas desde los púlpitos. Este sábado, sin ir más lejos.

Es como si los partidos se dedicaran a celebrar ceremonias religiosas: CC consagrando beatos; el PSOE celebrando el Yom Kipur; el PP ayunando en el Ramadán. Y Unidad del Pueblo dirigiendo la recitación del Sutra del Loto (aunque, claro, los budistas para esto son más relajados).

En el nombre de su dios, los obispos y demás funcionarios de la jerarquía católica vienen a pedir más perras, que es de lo que se trata. Para que después critiquen a los catalanes por el Estatut. O llamen al incendio patrio y al odio territorial desde su emisora.

Por si fuera poco, este Partido de Dios, no inscrito en el Registro de Partidos Políticos, convoca a sus fieles a lanzarse a las calles para que la catequesis siga siendo obligatoria en las escuelas públicas. Y para que ese adoctrinamiento religioso particular lo sigamos pagando todos los ciudadanos, pensemos lo que pensemos sobre el asunto. Para que la religión puntúe a la hora de acceder a la Universidad, con planes de estudio, criterios de calificaciones y profesorado de parte, sin control público alguno.

Eso sí, para hacer apología de ese dios, único, tenso y crispado, y para llamar a la protesta de los mortales, se financian con cargo a los presupuestos generales del Estado. Bien podrían poner la otra mejilla, que dura sí que la tienen, pero ni por esas. Cuando todos los expertos reconocen que el Concordato es inconstitucional, aquí seguimos pagando del bolsillo de todos los salarios, la seguridad social y los gastos de los funcionarios de Dios. Y no se les cae la cara de vergüenza, ni se cortan un pelo.

Por mí que digan lo que quieran, y llamen a las movilizaciones que les dé la gana. Pero con sus perras, no con las del César. Señor, señor, qué cruz.

[Artículo escrito por Teodoro Santana y publicado por Rebelión el 10-11-2005

1 comentario

Luis -

Desde luego, a mi modo de ver, los obispos que llaman a las movilizaciones confían poco en la fuerza de la doctrina que predican, si creen que el hecho de que la religión no puntúe acabará con ella. Creo que habría que vivir estas cosas con menos dramatismos.