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Trapera

Don RR que RR

Por Hideyoshi
Siempre me resultó gracioso el actor protagonista, Paco Martínez Soria, corrígeme Magacín si me equivoco. La película cuenta los líos en los que se ve metido el personaje debido a su cabezonería (cuando tengo razón la tengo y punto).
La verdad es que el discurso de Júnior (G. Bush hijo, de tanto que lo ve uno, en la tele, coge hasta confianza. Aunque bien pensado…¡quita pa´lla!) el pasado 4 de julio con motivo del día de la independencia de su país, entre tantos voladores, resultaba parecido al del protagonista por su tozudez. Volvió otra vez con la matraquilla de defender al mundo, que si los enemigos de la libertad,…que si pagaran por lo de las Torres(las Gemelas, tranquila Pepa) y que si no se irán de Irak hasta que la paz y la libertad reine en el país….como diría mi paisano Jaime Marrero: ¡Más nunca!. En definitiva lo mismo de siempre.
Ustedes dirán:”el plasta este, tanto tiempo desaparecido y, sólo escribe pa decir esto”. Pues sí, sólo quería que no se nos pasara por alto este tipo de cosas, el tanto oírlo a veces nos hace indiferentes a lo que conllevan, y volver a denunciar las burradas de este personaje….”Don RR que RR”.

2 comentarios

hideyoshi -

esta observación que haces me lleva a la memoria una interesantísima conversación que tuve el otro día con un amigo y en la que nos preguntábamos:¿hasta que punto la sobre saturación de información, en nombre de la libre información,a la que nos vemos sometidos no nos hace insensibles a los males ajenos? ¿no recuerdan el drama que se montaba en casa, en la década de los ochenta, cuando emitían una imagen de niños hambrientos en Etiopía?

magacín66 -

Desgraciadamente nos acostumbramos ante aquellas situaciones que se repiten demasiado.

Otro triste ejemplo, puede ser el hecho de que ya no nos sorprendemos tanto cuando vemos en TV una muerte por violencia de género o una nueva muerte por no llevar el cinturón de seguridad, etc. etc.... nos acostrumbramos a todo, hasta lo peor de lo peor...

Cinematográficamente hablando, de pequeño me tragué unas cuantas pelis de Martínez Soria, ya que a mi padre le encantaba (ambos eran maños) y "Don erre que erre", si no me falla la memoria, muestra, como solía ser, a un personaje, como decimos por aquí, morrúo, morrúo, morrúo, pero, en esta ocasión elevado a la máxima potencia, convirtiendo un pequeño accidente en casi una tragedia nacional...