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Trapera

El mito de la gestión

(por P. Tacoronte)

Hoy la crítica a la actuación política queda reducida a este juicio: “se trata de una mala gestión”. En esa palabra, “gestión”, en la simplificación de ideas, decisiones e intereses y su sustitución por la referencia a la mera “gestión” queda bloqueada toda posible crítica libre.

¿Por qué? Primero: porque todos suponen que existe un criterio objetivo, compartido de lo que es una gestión correcta, adecuada, una gestión que pertenece a la lógica de lo que se maneja y que se supone independiente de posiciones políticas y éticas. Apelar a la gestión exilia del horizonte a la ética y los ideales políticos, de ahí que sea la derecha la que más disfrute con esa referencia a un ámbito objetivo, indiscutible, donde no entran las valoraciones morales como egoísmo, solidaridad, compasión, etc. En la medida en que la supuesta izquierda adopta el mito de la gestión se desvela como la otra cara (la misma) de su contrincante político.

Segundo: el mito de la gestión es otra expresión de lo que se conoce en filosofía como razón instrumental, opuesta a la razón con arreglo a fines. Aquélla determina la corrección y articulación adecuada de un procedimiento, de un medio, pero no dice nada sobre los fines, sobre el “reino de los fines”.

En la modernidad prima la razón instrumental. Un discurso de una racionalidad que, en nombre de la eficiencia olvida la pregunta por el sentido. La palabra “gestión” y su repetición en el teatro político expresa el engaño de esa supuesta racionalidad sin fines. Porque está claro, esa gestión encubre un modelo de racionalidad que nadie puede cuestionar: la optimización de beneficios económicos. Dicho de otro modo: ganar más dinero, acumular dinero y ser racional se identifican. Y esa ecuación se eleva en la verdad superior de la “gestión”. Por tanto, uno puede ser de izquierdas o derechas, escuchar a U2 o a Don Omar, pero estaremos de acuerdo en que los técnicos gestionan objetivamente, fríamente; es decir, juegan el juego del capital.

El mito de la gestión anula el verdadero debate sobre lo que realmente pasa en economía, de quién está acumulando frente a una pobreza que crece mundialmente, por supuesto en Canarias también.

La retórica del “buen gestor” se encuentra en las antípodas del “buen pastor”; éste, como se sabe, se arriesga a perder el rebaño entero por una oveja perdida: no calcula, su racionalidad es otra.

16 comentarios

anónimo -

abcdefghijk

Andrei -

Estoy de acuerdo, pero pienso que no hay nada exceptional en la palabra "gestion". Politicos siempre usan palabras que no significan casi nada. Si no dices nada en concreto, mas tarde puedes interpretar tus palabras en tu favor. Tambien les gusta usar frases "antonimas" como La guerra contra el terrorismo, La lucha contra la pobreza etc. Nadie quiere estar en favor al terrorismo, pero para estar en contra tienes que hacer cosas que no te gustan y que no tienen ninguna relacion con la presupuesta guerra - como enviar tropas en Irak, o pagar los gastos de esta guerra.

Tacoronte -

Yo más bien creo que no es lo mismo la gestión que la justicia. Creo que es un problema de "justicia", palabra que en ningún caso significa lo mismo que "gestión".

Nellie Bly -

Yo estoy de acuerda que a veces la frase “se trata de una mala gestion” se utiliza para no hablar de muchos aspectos que ocurren en el pais. Pero yo pienso que todos los procesos que tienen lugar en la sociedad y en el pais siempre estan relacionados con la gestion. Es la culpa del gobierno y su mala GESTION, que la gente de Nueva Orleans, por ejemplo, es tan pobre.

Uliana.

Natalia -

Al leer el articulo empece a pensar en el mundo muy complejo en que vivimos. Los que tienen poder quieren aprovecharlo. El autor tiene razon

Tacoronte -

Marita, estoy de acuerdo, pero añadiría lo siguiente: para hacer "algo real" más allá de las palabras hará falta pensar antes qué vamos a hacer y en ello tendremos que pensar con "palabras", y no dar por sobreentendido lo que se supone convencionalmente dicen.

Marita -

Una vez leyendo este artìculo se me ha ocurrido la seguente idea:
Cuando todo está perfecto no pensamos en nada y lo recibimos todo como es debido. Pero al ocurrir algo, empezamos a buscar a un culpable. Y, por supuesto, el culpable es siempre "gestor" que a proposito hemos elejido nosotros mismos. Acusar a alguien es muy fàcil - todo el mundo lo puede. Es un rasgo de las personas flojas.
!Basta! Somos fuertes. Tenemos todo en nuestras manos, no somos muñecas en las manos de "buen o mal gestor". Y si ahora es imposible hacer algo, podemos cambiar nuestra actitud.
Me parece que es inutil buscar soluciòn en la palabra, es mejor tardar este tiempo haciendo algo real para sobrevivir el problema.
Y en general creo que alguien ha credo la palabra "gestiòn" para discutirlo cuando no hay màs temas para hablar (como en caso de tiempo), mientras nosotros rompemos el coco buscano la màgica de esta palabra.

Airam -

Pero por otro lado, cuando el pueblo de un pais(como el mio) parece mas un rebano callado y desunido, es natural que los que tengan poder se aprovechen de esto.

Airam -

Es muy facil criticar la mala gestion de otros. Que hariais si fuerais el gefe del estado que acabo de visitar Katrina?

Janele -

Sin quitar ni poner! Y hay muchos ejemplos por todos lados: las legislativas en Polonia de ayer que han dado el poder al centro derecha, el incertidumbre en Alemania ante los resultados electorales. Y si miramos a las ultimas catástrofes en los EEUU, la palabra clave en el Katrina era "la gestión del huracán". Sí, muchas veces hablamos de mala o buena gestión sin poner en vista los fines a los cuales la sirve. Y si no es la gestión, pero la propia ideología que es defectuosa!?
Eso lo que ha susedido en Rusia, me parece. Y todavia todos problemas que tenemos los ligamos con la falta de buen gestión. Parece a una palabra mágica que puede explicar y resolver todos nuestros problemas.

Irina -

Este articulo es muy interesante.
Creo que en el tiempo actual todo se somete al dinero. El poder pertenece a quien que tiene mucho dinero.
Me parece que todo que existe, ocurre en el pais dirige a ganar el dinero y nunca mas.

Tacoronte -

Contestaría la pregunta, Bethencourt,cambiando un poco los términos: si hay cambios posibles, no podrán darse nunca sin un mínimo de discurso, teoría, crítica o planificación. Un abrazo: mira el correo estos días.

Bethencourt -

Muy buen artículo. Profundiza en y concreta aspectos que uno, sin haberlos madurado hasta este punto, maneja en su universo particular: sobre todo, el de la necesidad de ir a la raíz de los problemas para encontrar soluciones dignas para todo ser humano (y no sólo para unos pocos).
El discurso está en marcha. ¿Es el discurso política en sí mismo o está necesitado de una actuación comunitaria al mismo tiempo? O, dicho de otra manera. ¿Pueden los discursos ser motores de cambio hacia una Canarias (un ser aquí) más justa?

Tacoronte -

Sí, Perera, el verdadero debate debría ser sobre el origen de la pobreza en Nueva Orleans. La "alianza de civilizaciones" más bien debe poner en tela de juicio la civilización misma, su historia. Venga entonces.

perera -

Precisamente, el sábado leía en El País (por ejemplo, pues de lo que aquí se habla está extendido por todo el amplio mapa del lenguaje actual) la mala "gestión" que el gobierno norteamericano había llevado a cabo en las zonas donde el Katrina había deshecho. Era la palabra clave para no hablar de otros muchos aspectos que se están jugando en ese país, y en esa situación concreta.
Clarificador este pequeño texto.
Saludos, Tacoronte.

Profesor Ruano -

Magnífica aportación. Ahora empiezo a entender por qué la razón de la sinrazón está cada vez más extendida como instrumento de justificación del mal.