NI EL TRICONTINENTAL, NI EL COSMOPOLITA, NI EL MESTIZO QUE DICEN
(Por José Miguel Perera)
Entiéndase bien: me opongo a esta constante perorata que reza que los canarios somos, y sólo somos, "tricontinentales" y (sólo somos) "mestizos".
O sea, que es nuestra gran valía (o así nos cansan hasta indefinirnos) la fragmentación. ¿Pero qué significa realmente este rótulo para con los canarios?
¿Y por qué lo digo? Porque, reiteradamente, los que pronuncian esto lo lanzan para evitar una reflexión más complicada y compleja. Es muy fácil decir que poseo de todo un poco, a la vez que estoy mirando a otro lado. Es muy fácil sentenciar que Canarias es mestiza ¿Y ya está?
Para muchos, creer esto ha supuesto no entrar en discusiones en torno a la identidad/es de estas islas que (por qué negarlo) rozan también cuestiones de tipo cultural-político-estructural-social.
Y lo que cuestiono, y niego, y señalo, es este planteamiento barato del mestizaje: el que no desea entrar en pormenores sino que, cansando hasta la pesadez, logra por quedarse vacío de contenido; o lo que es peor: lucha por introducirnos un significado convertido en un prejuicio que parece que ya es Verdad Absoluta (así, con mayúscula).
Esos que creen que Canarias ha sido, y sigue siendo, simplemente, un sitio de paso; un escalón para otras consecuciones: es decir, la misma idea del historiador cuando comenta que la conquista de Canarias fue el ensayo para la conquista de América; la misma mente de los lingüistas que afirman que nuestro dialecto es una simbiosis de América y la península; o la de la mayoría de los críticos literarios que adscriben nuestras creaciones literarias a la literatura castellana o (hay algún caso) a la compleja y variada literatura hispanoamericana.
Y no es que sea incierto nuestro particular contacto histórico con muchos pueblos; lo que pasa es que se convierte en mentira cuando se repite sin cesar, sin pensar lo que se dice: sino meramente como una muletilla para salir del paso, a propósito de la manera de ser de los canarios.
Claro, y entonces surge la inmigración africana y latinoamericana en nuestros días, y resulta que hay muchos canarios que actúan con una intolerancia a más no poder ¿En qué quedamos? ¿No éramos mestizos, abiertos a todo el mundo ?
¿Ven cómo el problema de la identidad es mucho más complejo que ese escaparate teórico que nos repiten y del que nosotros, también, sin pensarlo, presumimos?
¿Es que alguien cree que existen en el mundo culturas puras? ¿Alguna cultura que no haya tenido relación con pueblo alguno? Todos los pueblos son, en este sentido, mestizos. ¿Y quién dice hasta la saciedad de otras culturas, como aquí hacemos vomitivamente: "son muy mestizas", "bicontinetales", "policontinentales" ? ¿No les parece casi de risa?
Claro, no se dice porque se sobreentiende. Pasa como a cualquier persona: se ha criado no consigo misma, sino con otras (muchas o pocas) a su alrededor.
Ven el porqué de mis sospechas. En realidad -repito-, y por lo general (no todo el que opina del mestizaje en Canarias, o sobre Canarias, tiene la visión que yo pongo en cuestión), hablar de la "tricontinentalidad" de las islas ha supuesto no querer hablar de cómo ha sido nuestra manera de ser, de cómo está siendo ni de cómo se quiere que sea. Por tanto: no se miran de frente los problemas.
Amigo lector, ¿cómo te sentirías si un día gritas irracionalmente a un vecino (o él te grita a ti, y bajas la cabeza), y otro vecino opinara: "es que él es así porque su padre no sé qué, y su abuelo no sé qué, y mira que su madre "? Por mucho que existan explicaciones en relación con ello, ¿vamos a ir a resolver el problema concreto con el padre, el abuelo y sus amigos de infancia?
¿Qué pasa con lo que yo estoy siendo en este momento, por mucho que en mí hayan influido otras personas? ¿Es que "yo no soy"?
He aquí la gran cuestión. Y he allí (donde señalo) la gran mentira cotidiana que pone el centro del problema en la dispersión del mismo. ¿O no? Ya me dirán.
Entiéndase bien: me opongo a esta constante perorata que reza que los canarios somos, y sólo somos, "tricontinentales" y (sólo somos) "mestizos".
O sea, que es nuestra gran valía (o así nos cansan hasta indefinirnos) la fragmentación. ¿Pero qué significa realmente este rótulo para con los canarios?
¿Y por qué lo digo? Porque, reiteradamente, los que pronuncian esto lo lanzan para evitar una reflexión más complicada y compleja. Es muy fácil decir que poseo de todo un poco, a la vez que estoy mirando a otro lado. Es muy fácil sentenciar que Canarias es mestiza ¿Y ya está?
Para muchos, creer esto ha supuesto no entrar en discusiones en torno a la identidad/es de estas islas que (por qué negarlo) rozan también cuestiones de tipo cultural-político-estructural-social.
Y lo que cuestiono, y niego, y señalo, es este planteamiento barato del mestizaje: el que no desea entrar en pormenores sino que, cansando hasta la pesadez, logra por quedarse vacío de contenido; o lo que es peor: lucha por introducirnos un significado convertido en un prejuicio que parece que ya es Verdad Absoluta (así, con mayúscula).
Esos que creen que Canarias ha sido, y sigue siendo, simplemente, un sitio de paso; un escalón para otras consecuciones: es decir, la misma idea del historiador cuando comenta que la conquista de Canarias fue el ensayo para la conquista de América; la misma mente de los lingüistas que afirman que nuestro dialecto es una simbiosis de América y la península; o la de la mayoría de los críticos literarios que adscriben nuestras creaciones literarias a la literatura castellana o (hay algún caso) a la compleja y variada literatura hispanoamericana.
Y no es que sea incierto nuestro particular contacto histórico con muchos pueblos; lo que pasa es que se convierte en mentira cuando se repite sin cesar, sin pensar lo que se dice: sino meramente como una muletilla para salir del paso, a propósito de la manera de ser de los canarios.
Claro, y entonces surge la inmigración africana y latinoamericana en nuestros días, y resulta que hay muchos canarios que actúan con una intolerancia a más no poder ¿En qué quedamos? ¿No éramos mestizos, abiertos a todo el mundo ?
¿Ven cómo el problema de la identidad es mucho más complejo que ese escaparate teórico que nos repiten y del que nosotros, también, sin pensarlo, presumimos?
¿Es que alguien cree que existen en el mundo culturas puras? ¿Alguna cultura que no haya tenido relación con pueblo alguno? Todos los pueblos son, en este sentido, mestizos. ¿Y quién dice hasta la saciedad de otras culturas, como aquí hacemos vomitivamente: "son muy mestizas", "bicontinetales", "policontinentales" ? ¿No les parece casi de risa?
Claro, no se dice porque se sobreentiende. Pasa como a cualquier persona: se ha criado no consigo misma, sino con otras (muchas o pocas) a su alrededor.
Ven el porqué de mis sospechas. En realidad -repito-, y por lo general (no todo el que opina del mestizaje en Canarias, o sobre Canarias, tiene la visión que yo pongo en cuestión), hablar de la "tricontinentalidad" de las islas ha supuesto no querer hablar de cómo ha sido nuestra manera de ser, de cómo está siendo ni de cómo se quiere que sea. Por tanto: no se miran de frente los problemas.
Amigo lector, ¿cómo te sentirías si un día gritas irracionalmente a un vecino (o él te grita a ti, y bajas la cabeza), y otro vecino opinara: "es que él es así porque su padre no sé qué, y su abuelo no sé qué, y mira que su madre "? Por mucho que existan explicaciones en relación con ello, ¿vamos a ir a resolver el problema concreto con el padre, el abuelo y sus amigos de infancia?
¿Qué pasa con lo que yo estoy siendo en este momento, por mucho que en mí hayan influido otras personas? ¿Es que "yo no soy"?
He aquí la gran cuestión. Y he allí (donde señalo) la gran mentira cotidiana que pone el centro del problema en la dispersión del mismo. ¿O no? Ya me dirán.
12 comentarios
Profesor Ruano -
Es facil nadar fuera del agua, y es muy cierto que en Canarias nos vanagloriamos de nuestra universalizacion racial (entre otras)...hasta que nos toco' bailar con la mas fea. En mi dilatada vida de los cumplidos 30 agnos en multiples ocasiones, he conocido personas serias, de una probada objetividad --segun mi forma de ver las cosas-- y sin embargo, llegado el momento del baile, han regurgitado inesperados pensamientos que dejarian helado a un tempano. Y no por ello son ahora peores que antes. Es que la vida es asi y la circunstancia me condiciona. Solo con planteamientos de grado segundo o tercero, Godofredo famoso, avanzaremos en la profundizacion de las civilizaciones. No todos estamos preparados para ello.
Al menos en lo que a mi' se refiere.
Gofredo famoso -
hideyoshi -
perera -
Toñi -
perera -
Salud-os.
Luis -
hideyoshi -
perera -
Dices tópicos turísticos; es decir, igualmente, los grandes tópicos de nuestras cabezas políticas pensantes. Y por eso es tan socorrido ese mestizaje, esa tricontinentalidad cosmopilita bla bla bla... Tus ejemplos son clarísimos para entender el tema.
Amigos traperos y traperas, ¿de qué coño mestizaje hablamos?
Es que, incluso, si nos referimos a cuestiones históricas, de relaciones con otros pueblos, tampoco se habla claro. Todo se enfoca desde una angelical visión: ¡oye, qué mestizos los canarios! Esto es una tontería.
Porque, en Canarias, esas relaciones han sido, en muchos casos, con-fronta-ciones. Toma, mama castellanismo; toma, mama piratismo; toma, mama el oro tan preciado del turista allá abajo ailsado; o toma, mama la necesidades en América porque en nuestra tierra nos morimos de hambre... Y después hay otros casos fraternales. Pero ¿es para festejar este tipo de relaciones de choque?
¿Hasta qué punto es cierto tanto discursito re-petitivo? ¿Y en qué medida (con qué matices silenciados, que no son fiestas) es cierto?
Luis -
Profesor Ruano -
¡a...miii...go!, mi tercer grado de abstracción se queda en pañales. Hermosa reflexión. Prometo leerla más despacio.
Muy bien. Sra. Rogers, los canarios somos, no simplemente estamos. ¿Que otros se creen conquistadores? ¡Pues chiquito problema tienen!
Besotoootes, diría el inefable Mario Moreno, ¿no?
Rogers -
Por supuesto que tienes razon: Canarias es unica, irrepetible, hermosa en si misma, multiples realidades coexistiendo al unisono, y no por ello menos reales que otras realidades universales. Y ves? Volvemos a lo mismo: Es que hay que mencionar las otras entes nacionales para justificar la unicidad de Canarias? Por supuesto que no. Lo unico es: Es un habito y, como todos los habitos, dificil de eludir. No imposible, sin embargo. Ahi vamos: Hay que empezar por hablar de una misma, sin comparacion con nadie mas. Y ahi empieza la verdadera historia, la que nadie ha escrito todavia. Que conquistaron a mis antepasados? Bueno, nadie me pidio permiso. Que me llamas conquistada? Cuidado! No me pises, que yo no me arrodillo, y, ademas, no me callo! Hoy en dia, las palabras van al mundo, y los canarios ya no se estilan en las jaulas, ja, ja.
Besotes, amigos/as traperos/as