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Trapera

Para canarios en el extranjero, Viera y Clavijo

(por P. Tacoronte)

Ya estamos al tanto. Algunos de los caminos o de los recursos teóricos para abordar la cuestión de la identidad no nos valen. Ya no de nuevo el discurso de una esencia intemporal. Identificar lo "canario" o lo "alemán" o lo "europeo" con éste o el otro rasgo definitorio, con esta esencia y estas cualidades. Ya no. Tampoco el truco decimonónico de la identificación con una lengua o el modelo rápido del ya en transformación Estado-Nación. Tampoco el de un macrosujeto, la comunidad como un dinosaurio con cabeza y extremidades. Ese sujeto está muy fechado por la modernidad occidental o, digamos, por el humanismo. ¿Cómo dar cuenta entonces de una singularidad que se impone? No sólo para encontrar la red conceptual que aglutine los datos históricos dispersos, sino para plantar cara al futuro.

Los caminos por los que decir la identidad que se han bloquedado no significan el descarte de la cuestión de la identidad. Quien dice "eso es un debate superado en tiempos de la globalización" tiene que escuchar todavía varias objeciones: "superar" quiere decir que algo ya "no es", es decir, permanece en el juego de la adjudicación de un ser, de una identidad. Las palabras "sí" o "no" no pueden utilizarse sin la identidad de aquello que se afirma o niega. No hay fin en ningún caso para la cuestión, las cuestiones de identidad "se dicen de muchas maneras".

Bueno, digo ahora por qué este preámbulo para hablar de Viera y Clavijo, más bien para invocar su recuerdo. Quizá un modo no agotado ni pervertido de decir la identidad sea el acto, la acción de contar una historia. Responder al ¿quién eres? con una historia, un lugar-historia. El hecho mismo de contar como el momento provisional de una identidad. Provisionalidad que no significa arbitrariedad, capacidad de transformación que no significa olvido del pasado. Pues precisamente se cuenta una historia. Y ahí es donde la obra de Viera y Clavijo es ejemplar.

Hablo últimamente con varios amigos canarios que viven temporalmente en el extranjero, en Alemania, Bélgica, Francia, etc. Y llega un momento que en la conversación sorprenden con una inquietud semejante. La cuestión de la identidad, pendiente, sin respuesta. Verdadera cuestión, pregunta a la que no corresponde entera respuesta satisfactoria. La historia de Viera no es la solución, ni mucho menos. Pero es un acto de escritura en el que enganchar la tarea de nuestro propio acto de relatar y dar cuenta de la inquietud. Como la ayuda de un abuelo desaparecido que viene de improviso a la memoria. Recuerdos de lo nunca vivido, un "fenómeno saturado", como dice Marion, que excede cualquier saber mío, pero que actúa entero sobre mí sin saber.

52 comentarios

magec -

Creo que esta vez sí voy a leer a Viera y Clavijo, a ver que es lo que tiene que contarnos. Gracias otra vez por la pista.

magec -

Salud, amigo Tacoronte.
Les leo siempre. Me hago ahora legible para darte las gracias por compartir estas interesantes reflexiones. Las estoy aprovechando con avidez, igual que las del resto de contertulios.

Si "la cuestión" no está resuelta, habrá que trabajar en ella hasta resolverla. No es un tema banal.

Un saludo a todos desde Europa.

Anónimo -

Pienso, incluso, que es entonces importante también reflexionar por qué hemos llegado a tener que redefinir estos términos ¿será que los políticos los han desgastado tanto que ya no nos dicen nada?

Ivan -

estoy de acuerdo, Daniel. Yo tambien tengo la impresion de que, tal como se encuentra hoy, el sistema esta agotado. Es lineal, como tu planteas, y no recoge ni de cerca lo que es la realidad politica de hoy dia.
Anonimo, tambien estoy de acuerdo, los terminos "izquierda" y "derecha" hace rato que no sirven mas que para diferenciar una mano de la otra. Como tu apuntas, yo no diria que el psoe sea izquierda en sentido tradicional (un sentido que ya no tiene sentido). Es de izquierdas el laborismo de Blair?

daniel -

Eso es, todo debe ser redefinido, y una de las cuestiones a redefinir es como se ubican las ideas ¿nos sigue sirviendo un sistema lineal ((de izquierda a derecha) y plano? ¿O debemos buscar nuevas herramientas que permitan captar la riqueza o pobreza de las ideas en sus 3D? (3 como mínimo...). Hay que redefinirlo todo, sí.

Anónimo -

También habría que revisar entonces los términos izquierda y derecha: ¿es izquierda el partido socialista obrero español? defiende una política parecida a la del PP ¿es derecha total el PP? todo habría que redefinirlo entonces...

Ivan -

A mi hay muchas cosas que se me escapan de todo esto, la verdad. Una de ellas es el termino "nacionalismo". Tengo la impresion de que mucha gente entiende cosas distintas cuando se refiere a "nacionalismo", un termino bastante manipulado y connotado. Si nacionalismo es defender los intereses de una nacion o un pueblo (y me lio aun mas, que sera una nacion o un pueblo?), entonces todo el mundo es nacionalista... En fin, estoy pensando en voz alta, pero se me ocurre plantear si esto del nacionalismo sirve a nuestros fines, si no habria que remodelarlo de alguna manera, dotarlo de nuevo contenido...

Ah! y muchos saludos a Masha =)

Masha -

Recibido, Bethencourt. Dale un abrazo muy fuerte a ella, si se deja, y tú escríbeme, ¿no?. Y sobre el debate, opino que se ha convertido en un meta-debate sobre la identidad (retórica) de los que hacen trapera. ¿? Por la hospitalidad y esas cosas.

Bethencourt (para Masha) -

Saludos de Natalia Víktorovna desde Moscú.

Philippe Tacoronte -

Anónimo, quizá tengas razón e ignoro esas investigaciones seguramente científicas a las que aludes. Seguiré estudiando y en algún momento espero dar con alguna de ellas. Mis referencias (ya lo dije creo) son dos libros de Paul Ricoeur: "Tiempo y narración" y "Sí mismo como otro", que intentan encontrar una alternativa tanto a la identidad como esencia como al fenomenismo, a la ausencia de identidad. En el segundo libro aparece la "promesa" como garante de la identidad, es decir, mantener en el futuro un compromiso proferido en el pasado. Esos libros de Ricoeur son de los noventa, por eso a lo mejor no contemplan las últimas investigaciones que validan tu punto de vista. A lo mejor están en un más reciente libro de Ricoeur que no conozco, del año 2000: "Memoria, historia y olvido". Gracias por el apunte y el debate. Saludos también a Luis: sí, dice Bloch que el futuro es "el laboratorio de la salvación posible".

Luis -

Estoy de acuerdo contigo, Philippe, en que el futuro no se puede afrontar sin haberse encarado con el pasado. Al hombre normal su propia historia sólo se le presenta en forma de recuerdos, con toda la maleabilidad de la que está provista la materia que se recuerda. Es interesante mencionar que una de las acepciones primeras y más antigua del verbo "recordar" es la de 'despertar, volver en sí'. En la medida que recordamos nos hacemos presente lo vivido y nos exponemos vívidamente a la hora que nos toca vivir. Con toda esa carga, el pasado, en el que se acumula nuestra trayectoria vital, nos coloca en las encrucijadas del presente, que nos obligan a decidir el camino que tomaremos en el futuro. En ese sentido creo que el presente, cargado de todas las peripecias pasadas alumbra, en cierta manera, el porvenir, o mejor, una serie de posibilidades.

Anónimo -

Tacoronte, hay investigaciones que, desde un punto de vista sociológico, demuestran la similitud entre hacer historia, crear un relato común y narrar-nos, veo que no conoces esos datos, creo.

Anónimo -

Vamos a ver, Bethencourt, sigo pensando que no te he faltado al respeto, por lo tanto no voy a rectificar nada por ahí. También sigo pensando que tú te sitúas muchas veces por encima del interlocutor como si estuvieras en posición de la verdad, desafías y usas la ironía con un olor a descalificación, no la explicitas, la implicitas, y eso llega aunque sea por escrito.

Philippe Tacoronte -

Sobre la "presencia" del futuro en la cuestión de la identidad hay que añadir que no podemos saber qué decimos ahí exactamente sin haber enfrentado el problema del tiempo, del presente y del pasado. Un recuerdo que tendré en el futuro,¿a qué pertenece, al pasado o al futuro o a el presente en el que recuerde? El tiempo (y ahí nos jugamos el futuro) lo hemos confundido con un parámetro de la física. Y en el recuerdo que viene a la corriente del tiempo dentro de mí se articula eso que llamamos identidad. Creo que nos queda mucho trabajo.

Philippe Tacoronte -

Sobre el "llamar a las cosas por su nombre" hay mucho qué decir. Como si a estas alturas no supiéramos que en gran medida son los nombres los que crean las cosas, las que le dan sentido. Por supuesto que existe diferencia entre historia y relato o narración. Esto es básico. La historia de los "historiógrafos", con sus pretensiones de cientificidad y objetividad, mayor o menor, no es conmensurable con una historia o biografía personal, con un relato de ficción o con un cuento de hadas, si bien hay vinculaciones que tienen que ver con el modo en el que el sentido se da como organización del tiempo. Decía "relato" como el que dice "narración" o en francés "recit" (porque con los idiomas cambian los nombres de las cosas...)para indicar una vivencia existencial de la vinculación con un lugar y un tiempo anterior, gente desconocida del pasado que influye sin saberlo en nosotros. No un relato ideológico repartido en libros escolares, monumentos, propaganda, enseñanza. Ninguno de los intervinientes ha reparado en la relación establecida entre "el acto de contar" al otro y la identidad. Y me refiero al acto concreto. Bueno, habrá que seguir pensando y cuestionando.

Bethencourt (a Anónimo-3) -

Ahora bien, Anónimo. Una cosa es que tu detectes ironía en mi forma de expresión (gracias, una vez más) y otra muy distinta que respondas a esa ironía con descalificaciones. En el fondo, el asunto es muy sencillo: o bien te has equivocado y se te ha "calentado la boca", en cuyo caso, estoy totalmente dispuesto a aceptar una rectificación por tu parte; o bien, piensas realmente que no te estimo como interlocutor y que me dirijo a ti de manera hipócrita, en cuyo caso, créeme, Anónimo, que tu altura dialéctica o analéctica queda bastante por los suelos. Frente a la ironía, la descalificación personal.

Sin más, me despido cordialmente con la esperanza de que reflexiones y te des cuente de que esta bitácora no ha sido creada para dar rienda suelta a las reacciones viscerales que nos invadan en cada momento. Sino para debatir DESDE EL RESPETO. No confundas, amigo Anónimo, la ironía con el insulto: ni tienen nada que ver, ni tal confusión deja en buen lugar a quien se ve presa de ella.

Atentamente,

A. Bethencourt.

Luis -

Estoy realmente asombrado, en positivo, de todo el debate que ha generado el texto de Philippe. Por tanto, primero quiero felicitar al autor. El asunto de la identidad sigue candente, como no podía ser de otra manera, en nuestras islas. La identidad desde luego es un problema complejo, pues no se trata en absoluto de algo monolítico y perfectamente definido, empezando, claro está, por la identidad de la persona. Alguien (que no recuerdo) comentaba más arriba que la identidad es un continuo hacerse o algo parecido. A todo esto se ha ligado la cuestión del relato de la identidad y del sentido del relato. Yo no sé en qué medida se puede hablar de un relato cabal, pleno de sentido. Sí creo que hay una serie de hechos que se suceden y entrelazan, que nos han determinado en tanto que miembros integrantes de un grupo que ha recibido esas determinaciones históricas, situadas en un tiempo y lugar concretos. No se trata de esencias, sino de vivencias comunes que nos ligan en el pasado y en el presente y que preñan el futuro. Ese tiempo está abierto a cualquier posibilidad, partiendo siempre de lo que tenemos. A mi modo de ver, sólo hay sentido hacia adelante, el que nosotros queramos darle. Que luego los avatares lo tuercen y lo retuercen, eso ya es otra historia.

Bethencourt (a Anónimo-2) -

Por otro lado, vuelves a mencionar la ironía. Mira, para que quede claro. Ni pretendo que todo el mundo esté de acuerdo con mis ideas,ni -tampoco- que a todo el mundo le guste mi forma de escribir.
Partiendo de esa base, te agradezco que hayas detectado ese rasgo en mi forma de expresión: siempre he admirado a escritores como Alonso Quesada o Antón Chéjov, verdaderos maestros en el uso de la ironía.

Bethencourt (a Anónimo) -

Vamos a ver, anónimo: hay varias cosas que me parece que no has entendido.
En primer lugar, calificar de hipocresía el acto de una persona, es descalificar moralmente ese acto. Eso que comúnmente hablando llamamos una falta de respeto. Y me parece que tu reacción define bien a las claras, tu modo de "dialogar": ¿Cómo puede estimarme alguien que no está de acuerdo conmigo? Pues mira por donde, Anónimo, te estimo incluso más por no estar de acuerdo conmigo, y esto es así porque, poniendo en cuestión lo que yo pienso, me obligas a replantearme las cuestiones. Razón de más para estimarte.

Dices, en otro momento, que no sabes si "me cabrea algo más". ¿A qué te refieres? Yo, debatiendo, no suelo cabrearme, la verdad sea dicha. Y como aún tengo esperanza de que podamos debatir como personas que se respetan, te pregunto: ¿a qué te refieres? ¿Por qué iba yo a estar cabreado contigo? ¿...?

Anónimo -

Creo, Bethencourt que no te he faltado al respeto, más bien pensaba que tu tono irónico era una falta de respeto y lo único que hice fue posicionarme. Con respecto al nacionalismo te diré que ahora mismo tengo un sueño que no veo pero en otro momento te contestaré a algo que creí que estaaba claro.

Bethencourt (2) -

Leyendo lo que escribes al respecto en un comentario anterior, dices: "el nacionalismo ha sido la opción política que representa en instituciones a un grupo determinado, ni más ni menos". Y yo me pregunto, ¿un partido socialista, conservador, liberal o ecologista no representa en las instituciones a un grupo determinado? De verdad, me quedo tan sin respuesta como al principio. Un grupo nacionalista representa a un grupo determinado. ¿Desde qué óptica, Anónimo? ¿Representar privatizando, deportando, protegiendo o subvencionando? ¿Cómo? Lo dicho, sigo pensando que estamos hablando de una palabra baúl. Quedo sinceramente a la espera de una respuesta por tu parte. Si decides continuar el debate dentro de unas coordenadas de respeto, quedan estas palabras como un reconocimiento, también, a tu postura (subjetiva, gracias a Dios, como todas).

Salud.

Bethencourt -

Estimado Anónimo:

Hasta ahora, debatir contigo me ha resultado interesante: eres uno de nuestros lectores más críticos, y eso siempre es interesante. En esta ocasión, sin embargo, te has pasado de la raya. Dar rienda suelta a las descalificaciones personales no entra dentro de la filosofía de esta bitácora. Quede claro. Debatir contigo y con todos, hasta el infinito. Permitir descalificaciones personales, eso no.

Entremos en el asunto:

Dices que he interpretado mal tus palabras. Es posible. De hecho, hago algunas preguntas -en absoluto retóricas- con la esperanza de que me ayudes a encontrar la respuesta. Ahora, lo que me resulta más incomprensible es que hables de mis "interpretaciones subjetivas" como si pudiera haber una lectura fuera de la interpretación o de la subjetividad. Quedo a la espera de tus respuestas.

Por otro lado, dices que no defiendes una postura nacionalista. Bueno, yo no he dicho eso (te invito a que releas mis comentarios); pero aunque así fuera, me parecería tan bien como si defendieras una postura socialdemócrata, liberal, comunista o derecha conservadora. Yo lo único que le pido a alguien que se define como nacionalista o que habla de nacionalismo es que me diga de qué está hablando exactamente. De lo contrario -es lo que pretendía decir en mi anterior comentario- podemos estar hablando de todo y de nada al mismo tiempo. Y de paso, si me explicas lo que es el nacionalismo, pues ya me queda claro lo que es el falso nacionalismo.

Anónimo -

Bethencourt, por tu forma de dirigirte a mí veo que no interpretas bien mis palabras. Mi postura no es "llamar a las cosas por su nombre", para nada, simplemente intento decir que relato es historia es lo mismo y punto, lo demás son interpretaciones subjetivas tuyas. Tampoco me posiciono a favopr del nacionalismo, simplemente sçdigo que es una postura política de un grupo qie pretende que se respete su proceso narrativo o de ralato o histórico. Eso para mí es nacionalismo, el resto es un FALSO NACIONALISMO tambiém las derechas del PP se consideran progresistas y para mí el término progreso significa otra cosa bien diferente, pero, ya , ves, cada cual lo utiliza a su modo para confundir. Como ves mi relato es dinámico, nada estático como pretendes tú calificar simplemente porque no entiendes mi postura, o, no sé, si te cabrea algo más. Y la entradilla de Estimado, me parece hipócrita pues y la hipocresía sí que es estática, nada dinámica.

Bethencourt -

Estimado anónimo: "llamar a las cosas por su nombre" parece ser tu postura. Muy bien: vamos a ello: Definamos nacionalismo: ¿Por dónde empezamos? ¿Por Secundino Delgado? ¿Y por qué no por Aznar? ¿Qué tal si lo identificamos con el chauvinismo francés? ¿Y si le añadimos algo de imperio ruso al asunto: no es esto también nacionalismo? ¿Y Hitler: no partía de una postura nacionalista? Y así un largo etcétera. Me parece a mí que "llamar a las cosas por su nombre" es una manera estática de encarar el tema de la identidad, y no sólo. ¿Qué es el nacionalismo, Anónimo? Si me respondes a esta pregunta, quizá pueda llegar a estar de acuerdo contigo; mientras tanto, me quedo con la idea de que estamos ante una palabra baúl que casi todo (lo bueno y lo malo) puede representar.

Un saludo.

Anónimo -

por supuesto que la identidad es no estático pero el nacionalismo ha sido la opción política que representa en instituciones a un grupo determinado, ni más ni menos; si el nacionalismo en instituciones ha ido por otro lado eso ya es otra cosa, ya sabemos que a los políticos en general les va lo estático y no precisamente representan la identidad cambiante de un pueblo hay intereses distintos. Lo que no entiendo es que se cambie de nombre para llamar a las mismas cosas sin reconocerlos, eso relato por historia o globalización por imprialismo

Ivan -

Tal como yo la entiendo, la identidad es permeabilidad y esta en continuo cambio. El gran lastre de lo que llamamos nacionalismo es no reconocer esta realidad, me parece. De hacerlo, probablemente terminaria por desintegrarse o transformarse radicalmente: el fundamento sobre el que pisan se tornaria en arenas movedizas.
En cuanto a nuestro ser europeos, es un fenomeno curioso. Personalmente, al moverme por Europa me siento perfectamente integrado, pero no del todo en casa. Casa es Canarias. El ser canario es algo que pertenece a lo emotivo (sin por ello dejar de racionalizarlo); el ser europeo, con su innegable carga emotiva, viene a ser algo en gran medida casi instrumental.

Anónimo -

Lo que intento decir, Tacoronte, es que hacer un relato colectivo es lo mismo que hacer historia colectiva, lo que significa dar sentido a lo que se contruya en colectividad, en grupo, y eso es construir la identidad del grupo o de una colectividad, y, esto no es nuevo porque hace unos años se le llamaba hacer histopria y ahora hacer relato pero es lo mismo, incluso, hay investigadores que así lo han demostrado. La pregunta es, ¿qué posición política pude tomar un grupo para que se le espete su quehacer en el relato o en la historia? ¿un partido centralista? ¿europeísta? creo que ahora mismo se va por la dirección de anular relatos en grupos, historiasd de grupos o como quieras llamarlo.

perera -

reSALTO: "un pasado que enfrenta su recuperación como novedad". Novedad justa, donde el mal no se repita, no se pueda repetir. Lo nuevo como OTRO pasado.

Tacoronte -

Sí, lo incompleto dice la apertura al cambio, a la novedad o al futuro. Pero una novedad a la que se lleva también el recuerdo de los que ya no están. Como si dijéramos: un pasado que enfrenta su recuperación como novedad. Claro, Nancy no hace coincidir la historia con la presencia porque la historia es tiempo. Y el tiempo es lo que no se agrupa en ninguna presencia, el tiempo es siempre lo/el otro.

perera -

Entiendo que (decir) NOSOTROS, en comunicación de singulares (canarios), es señalar futuro, novedad. NOSOTROS no por lo que hemos ido siendo, sino por lo que está por-venir; o por lo que viene juntamente hacia ESTE NOSOTROS SINGULARES que nombramos. Uf...

Nancy (perera) -

"Pero incluso cuando los griegos decían NOSOTROS, algo de los Griegos era ya pasado, y un nuevo espaciamiento de tiempo abría la comunidad GRIEGA a su propio porvenir. La existencia histórica es siempre la existencia fuera de la presencia. El ELLOS que escribe el historiador muestra que el NOSOTROS que implica no es ni fue jamás, como tal, presente. El NOSOTROS viene siempre del futuro".

Nancy (perera) -

"Pero la comunidad no es tampoco una esencia de todos los individuos, una esencia que estaría dada antes que ellos. Porque la comunidad no es algo distinto de la comunicación de "seres singulares" separados, que no existen como tales más que a través de la comunicación. (...) Como escribe Marx, es falso considerar la sociedad como un sujeto único; eso es un punto de vista especulativo".

Philippe Tacoronte -

Sólo un apunte más para Anónimo a propósito de su crítica a "relato colectivo". El relato no sería ahí una construcción que explica o se iguala a la identidad, sino el acto mismo de contar, el tener lugar de ese tiempo de narración en una persona concreta. Cada nueva narración transforma el relato precedente, pero no pierde el compromiso con él, otro y distinto a la vez, lo viejo como nuevo. Acto que se envía a otro, palabras que se dicen a otro, seguramente extranjero. La identidad pertenece a la respuesta ética de un entre-dos no en una entidad previa. Saludos.

Philippe Tacoronte -

4-Anónimo: sobre el europeísmo o no de Canarias habría mucho que decir. Baste, por mi parte, casi telegráficamente, un aserto que tendría que desarrollar: creo que somo europeos, sí, pero de un muy de otro modo, casi como no-europeos. Y quizá sea ese "casi" y su posibilidad lo mejor d ela herencia de Europa.
Masha (gracias de nuevo):
Sí, creo que se puede evitar el estado-nación en el pensamiento de la comunidad. Me recuerda un amigo que ha sucedido a lo largo de la historia en otras culturas. El modelo del estado-nación tendrá unos 500 años.
Y sí, construímos continuamente la identidad, pero toda cultura es construcción. No hay una verdad natural a la que oponer la cultura en tanto invención y construcción.

P. Tacoronte -

2-Es más, no podría ni usa el verbo "ser", que siempre produce "identificación". La cuestión no es anular las palabras que expresan fenómenos colectivos, sino pensar la imagen de la comunidad de otro modo que no guarde relación con la cerrazón al otro, que porte la diferencia en sí como constitutiva. Y eso es lo que está por hacer.
3-Es cierto, no es nada original; pero no pretendo que lo sea, ni encuentro valor en que lo fuese. Son idea muy próximas a lo que Paul Ricoeur dijo hace tiempo. Pero ¿puedo pasar de considerarlo como erudi´ción libresca y ayudarme de ello para encarar mis problemas, que quizá comparto con otros canarios o con cualquier otro? Por cierto, lo de la "originalidad" como valor pertenece bastante al sujeto propietario del XIX, poco proclive a compartir hasta sus ideas...

Philippe T. -

Sigo con
1-El discurso nacionalista de ERC, por ejemplo, sigue construyéndose con las alusiones tópicas del romanticismo del XIX. No creo que un lenguaje nuevo sobre la identidad haya calado en la política.
2-"Relato colectivo": no pensar la comunidad como un supersujeto propietario no significa que pierda el recurso del plural de la gramática. Basta que diga "dos hombres juntos" en vez de uno para que me refiera a un grupo, a una unión de elementos individuales. Lo mismo con la palabra "colectivo" o "comunidad"

Philippe Tacoronte -

Intento al menos aludor a cada pregunta o crítica que he identificado en Anónimo y Masha, sobre todo para corresponder agradecido sus palabras. Con respeto a Anónimo:
1-Yo también creo que se puede seguir hablando de lo "canario", por supuesto, pero veo peligros en pensarlo como una esencia, como una entidad inmutable y definible como suma de rasgos en torno a una idea central. Así se han pensado las identidades europeas (y el sujeto occidental) más o menos desde la modernidad, y los resultados en el siglo d elas Guerras a la vista están. El gran Sujeto de la nación alemana,pensado en el XIX como Idea no aceptó las diferencias, ni la contaminación. Y la idea o la esencia sólo es invariable si se mantiene pura.

Masha -

Pues sí, una respuesta a la identidad...humana. La poesía.
Gracias

daniel -

Fíjate lo que me acabo de encontrar, es de un "diálogo-poema" del poeta palestino Mahmoud Darwich en homenaje a Edward Said:

"¿Y la identidad, dije?
Contestó: autodefensa... Dada en el nacimiento, la identidad es finalmente moldeada por quien la lleva, no es herencia.Soy el múltiple...En mí, mi afuera renovado. Pero pertenezco a la interrogación de la víctima"

"Resulta que una periferia avanza, que un centro retrocede. Oriente no es totalmente Oriente, ni Occidente, Occidente.Y la identidad es abierta y múltiple.
No es ciudadela ni trinchera"

Uf...

daniel -

Masha -

Hola, Philippe. En lo que se refiere al relato de Viera y Clavijo, entiendo que te refieres a "lo contado" más que al "cómo". A partir de lo que dices, se me ocurre preguntarte si crees que habrá diferencias entre cómo "nos contamos" distintos grupos lingüístico-culturales, y si te parece que con ese término neutralizador y neutralista ("comunidad lingüístico-cultural") que yo uso aquí se consigue evitar el escollo de la identificación estado-nación. Por último, ¿no te parece que la definición que uno puede hacer de "lo suyo" y lo que forma parte de esa identidad depende demasiado del para qué de esa definición? ¿Hasta qué punto nos identificamos más con aspectos que resaltamos porque nos interesa construirnos de una manera determinada frente al otro? Pienso, por ejemplo, en los vascos y su Oteiza, en las dos o mil construcciones de "lo vasco". Un saludo, salud

Anónimo -

además Tacoronte no veo claro ru discurso, tu relato

Anónimo -

eso sí, nos tenemos que llamar "europeos" porque otros dicen que eso es lo conveniente ahora... siempre es lo conveniente para otros pero la gente de a pie se ha pronunciado o se hace populismo con ellos...

Anónimo -

además no me parece tan otiginal eso del relato ya que lo he escuchado por otros intelectuales hace mucho tiempo

Anónimo -

Sigo sin entender por qué ahora ya, como dices, Tacoronte no se pude hablar de "lo canario" etc. ¿quién dice que no y por qué? Creo que eso lo debe decir el pueblo...Me parece, además que lo que planteas de relatar "un relato colectivo" es lo que siempre se ha entendido por identidad de un pueblo o de un grupo de personas, por tanto para mí es lo mismo sólo que los fenómenos sociales han cambiado sobretodo por decidfiosnes de los que mandan y gobiernan pero nada más...

Tacoronte -

Y sin duda, Daniel, el lugar de la resistencia social se hace fundamental en esa otra identidad narrativa. Es un apunte indispensable.

Philippe Tacoronte -

Perera, lo importante de huir del "macrosujeto" es rehacer para comprender y evitar la imagen o el modelo de ese sujeto en Occidente o sobre todo en la modernidad, entre otros rasgos, en un sujeto que se define por la propiedad, por el derecho a la propiedad y por su autosuficiencia. ¿Será ése también el sujeto de derecho en la noción de "derecho humano"? Creo que junto a Nancy, como dices, ese sujeto contra-la-comunidad ha sido bien descrito por Roberto Esposito en el libro "Communitas".
Daniel, iré a ese texto de Wu Ming (ejemplo, por cierto, de autoría e identidad como más-de-uno en el mismo nombre). Gracias.

daniel -

El de antes era yo, carajo, y la entrevista es esta: http://www.wumingfoundation.com/italiano/outtakes/viejotopo_es.html.
Vaya torrija... Saludos de nuevo.

Anónimo -

Un ejemplo fantástico de identidad construida como narración, referida a los movimientos de resistencia social: http://www.wumingfoundation.com/italiano/Giap/proclama_es.html,
y por favor no dejes/n de leer esta entrevista al colectivo Wu Ming. Y después hablamos. Muchas de las cosas que se apuntan en estos textos pueden ser muy útiles para tratar de explicar "una identidad que se relata (o que se canta)". La línea que planteas Philippe es muy , pero que muy interesante...Saludos.

perera -

Me parece clave la idea de no concebir la identidad de un pueblo como un "macrosujeto", como dices. Es decir, como si un pueblo fuera UNA persona.
La otras cuestiones que lanzas también, pero esa en concreto me sigue pareciendo un giro radical en la manera de RELATAR la identidad canaria.
A pesar de que es un aspecto planteado en alguna conversación, se me pone ante la cara esto cuando escribo en torno a "La comunidad inconfesable" de Nancy. Dando la mano a Bataille, nos dice que un pensamiento del sujeto MALdice un reflexionar sobre la comunidad (es una total "simplificación", por decirlo de esta manera).
Quizás me sigue pareciendo un giro radical en nuestra manera de plantear la identidad, porque (tal vez) es una forma de concebir Canarias (y la identidad de otros pueblos) que todavía no hemos dejado atrás; que nos cuesta mucho dejar atrás.
Personalmente, en mí, me parece una revolución en tanto en cuanto (me) revoluciona los esquemas mentales en los que estamos (o hemos estado) instalados.
Hay otras ideas que podríamos recalcar, pero dejémoslo por aquí; por ahora. Salud, mucha.

Phlippe Tacoronte -

El intento, querido hideyoshi, sería relacionar la identidad con el acto mismo de contar tu relato, en este caso, un relato colectivo. Lo contamos, creo, ante todo para aquél que de alguna manera nos ha preguntado quiénes somos o quién eres. Lo que describes como búsqueda de uno sería un paso en la respuesta a otro, la respuesta de contar, la "responsabilidad". Si es intangible, lo es porque el relato organiza el tiempo. Tiempo interno, si quieres (¿y qué más intangible que el tiempo, qué más distinto a la física y la materia?).

hideyoshi -

lei tu artículo con la curiosidad de un amigo que quiere saber lo que hace otro. Una vez leido me retiro con la satisfacción del alumno que,tras oir una lección implecablemente dada, vuelve a casa. Philippe, ¿planteas la identidad como la propia búsqueda en si?¿como algo intangible, que nos hace ser quien somos?