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Trapera

El nuevo "management" familiar

(daniel bellón)

Ayer, mientras me peleaba con mi portátil, en los tiempos muertos, esos en los que una barra se mueve lentamente sobre la pantalla, seguí con una interesante lectura: de "La ética del Hacker y el espíritu de la era de la información", un libro de Pekka Himanen, sobre cómo viven y trabajan los hackers, como nuevo modelo de vida y trabajo en confrontación con la llamada "ética protestante del trabajo". Les recuerdo que un hacker no es, como se emperretan los medios de masas, un pirata informático. Un hacker es "una persona que se dedica a "programar de forma entusiasta, que cree que poner en común la información constituye un extraordinario bien y que además, para él/ella es un deber de naturaleza ética compartir su competencia y pericia elaborando software libre y facilitando el acceso a la información y a los recursos computacionales siempre que sea posible". Esta es más o menos su autodefinición recogida en su Jargon file del que pueden encontrar una .versión en castellano. Para este colectivo, que brotó en las universidades americanas en los años 60 y 70 (en el MIT y en Berkeley, entre otros puntos de referencia clave, y al que debemos buena parte del desarrollo de Internet (los navegadores, por ejemplo) y del software libre, en términos generales un hacker es "básicamente un experto o entusiasta de cualquier tipo.Uno puede ser un hacker astrónomo, por ejemplo.". Tal vez ustedes sean hackers en algo que las absorbe y les encanta, que estudian para conocer en profundidad, disfrutando y compartiendo ese conocimiento...

Uy que me pierdo, este es asunto para otro mensaje futuro. Lo que quería compartir con ustedes es esto que encontré en uno de los capítulos del libro referente a la nueva empresa de la sociedad digital, y que me hizo pensar; para eso lo pongo yo aquí, para que pensemos juntos. Reproduzco sin más el párrafo y el que se pique (como me pasó a mí) que se invite a unas gambas al ajillo...

"El sociólogo Arlie Russell Hoshchild describe en Time Bind de forma excelente como en casa se han empezado a utilizar los métodos empresariales para optimizar el tiempo.(...) En primer lugar, el hogar ha sido también taylorizado o automatizado para que la tarea del ser humano sea lo más simple y rápidamente realizable posible. Hoshchild habla con acierto de una "descualificación de los padres en el hogar": las comidas preparadas en el microondas han sustituido a las cenas prepoaradas en casa a base de rectas personales. Las familias ya no crean sus formas de distracción y ocio sino que se limitan a gestionar el mando a distancia (...)

En la gestión de la vida doméstica entra en juego una segunda estrategia empresarial: el trabajo en red, sobre todo en forma de alimentación externa, como el recurso de la comida a domicilio o el de guarderías (subcontratar la producción de alimentos y atención para los niños). (...) Al confiar una serie de bienes y servicios , pasa a ser cada vez más una gestora de recursos maternales, supervisando y coordinando las piezas procedentes del exterior de la vida familiar.

En tercer lugar viene el proceso de optimización. Incluso en casa, el proceso de atención de los hijos se va optimizando eliminando todas aquellas partes "innecesarias". Los padres ya no salen a pasear de forma "ineficiente" con sus hijos, sino que miran de pasar con ellos "tiempo de calidad". (...) y en el curso de ese tiempo algún suceso se produce claramente o cierto resultado es alcanzado (por ejemplo, la obra que el niño prepara para la escuela o la competición atlética, o una salida a un parque de atracciones). En términos de calidad el tiempo de inactividad es minimizado o eliminado. Un padre que haya interiorizado por completo la cultura de la velocidad puede llegar a creer que el niño , asimismo, lo vive como si fuera igual -o mejor incluso- que la relación en la cual el adulto dispone de tiempo ilimitado para su hijo. (...) Las atención prestada al tiempo que se pasa con loshijos encierra la idea de que programar períodos intensos en común puede compensar la pérdida general de tiempo de modo que una relación no sufra pérdida alguna de calidad".

A pensar... y hablar.

3 comentarios

Bethencourt -

No es la primera vez que escucho o leo esta comparación entre la familia y la empresa. En este caso se trata de la optimización del tiempo, en otros de la mejora de las relaciones sociales, etc, etc.
Recuerdo haber leído en cierta ocasión (creo que en "El arte de amar", de E. Fromm) que incluso las relaciones entre el hombre y Dios han sido integradas por algún telepredicador norteamericano en este binomio hombre-empresa.
Mi opinión, brevemente expresada, es que estas formas de "relación" ("entre" seres humanos, "entre" el hombre y la naturaleza, "entre" el hombre y Dios)le vienen que ni pintado a un sistema de producción y de intercambio -en el que vivimos- que "ha olvidado" al ser humano y que -monstruoso que es- nos va convirtiendo en monstruos egoístas a nosotros mismos.

¿Cuál es el fin y cuáles son los medios? Me parece a mí que esta es una pregunta clave. Organizar el tiempo, sí, pero ¿para qué? ¿Y para quién?

A-brazos.

Elena -

No había tenido tiempo de conectar con fundamento en trapera. Quizás sea esto que planteas, Daniel, el orígen de lo que yo he descrito en toras ocasiones. Acuerdate de mi encuesta sobre la geografía insular... Lo triste es que este debate no surja con fundamento y en muchos ámbitos a la vez.

hideyoshi -

dos cosas,Daniel. Primero nombrar una frase que decía un profesor mío...la terminología no es inocua....con esto quiero decir que esa asimilación del término hacker a "pirata informático" no es, ni de lejos gratuito. Segundo que la segunda parte de tu artículo entronca con ese desarraigo y progresiva deshumanización de la sociedad actual. Yo veo como cada día son más los problemas de los niños para desarrollar habilidades sociales...y no lo digo en términos sencillos , como jugar etc...sino a la hora de contar con verdaderos amigos a los que transmitir problemas, con los que contar y a los que contar cosas. Un abrazo