Diferentes políticas infantiles en el Gobierno de Canarias
(Por Elena_ BR)
Estos días los medios de comunicación locales nos acribillan en cada momento con dos noticias relacionadas directamente con la infancia. Después de digerirlas un poco, he llegado a algunas conclusiones que quisiera compartir con los traperos. Me refiero concretamente a la triste polémica de los Centros de Menores del Gobierno de Canarias (aunque regentados por manos privadas) y a la de los niños de los campamentos de refugiados saharauis que nos visitan estos días, como es habitual en el verano.
En cuanto a la primera noticia, reseñar la aparente dejadez y despreocupación que demuestran nuestros políticos por una parte de nuestra población infantil y juvenil que quizás debiera ser la que más atención precisara. ¡Cómo me asombra el que pongan esos centros en manos privadas sin que haya ningún tipo de supervisión oficial a los mismos: Pagamos por ello, y nos olvidamos del tema, total, no son más que una panda de inadaptados sociales ! Claro, de repente un día, alguien pone el grito en el cielo, el chivatazo llega a manos de un periodista con más o menos inquietud, y salta la bomba: un director en prisión, unos cuantos educadores citados ante el juez, palizas reconocidas por todos, consumo y venta de drogas dentro de los citados centros, niños premiados a cambio de mantener a sus compañeros tranquilos bajo amenazas y así una larga lista de actitudes encaminadas a la correcta inserción social de estos menores.
A nadie se le escapa que detrás de un alto porcentaje de estos niños se esconden desestructuraciones familiares muy serias, grandes escollos económicos, desarraigo, bajo nivel cultural, y un gran conjunto de condicionantes muy finamente entramados y que requerirían una gran labor social y educativa para lograr una adecuada reisenrción social.
Ante todo este panorama tan exquisito, nuestro Ilmo. Gobierno de Canarias, por medio de su Directora Gral. de Protección al Menor, Mª del Mar Arévalo, se limita a dar una rueda de prensa, en la que dicha señora nos explica muy amablemente que sí, que es verdad que sospechaban algo desde hace tiempo, que ya se ha iniciado procedimiento para deshacer esos contratos y dejar los centros en manos de OTRAS manos privadas, que efectivamente, se ha comprobado que los responsables no tenían la debida titulación, que los responsables no cumplían con las ratios establecidas (así nos ahorramos algún trabajador), etc. Sin ánimo de alarmar, me consta que hay muchos más centros relacionados con la infancia financiados con fondos públicos, donde hacen uso y abuso indiscriminado, sin ningún tipo de supervisión oficial, o lo que es peor, con una falsa supervisión, tolerada por nuestros políticos.
No he podido ver a ninguna autoridad más manifestarse al respecto. Ha habido una especie de cortina de humo al respecto, se ha hecho un mutis por el foro, y se ha solucionado como casi todo en estos tiempos: con un silencio infinito, sin responsabilidades políticas, con otro parcheo, y prácticamente, sin dar la cara.
Por otro lado, hemos podido ver, sin embargo, a prácticamente todos y cada uno de los alcaldes y alcaldesas de nuestra isla, a nuestro Presidente del Gobierno, al del Cabildo, ¡a todos vaya!, posando para la prensa, agasajando a los niños de Tinduf, ofreciéndoles suculentas meriendas con productos no muy sanos, promoviendo entre ese centenar de menores todo tipo de acciones médicas, festivas, lúdicas, etc
No tengo ningún inconveniente en que durante meses o años, acojamos a niños saharauis, mejicanos, filipinos o tibetanos. Lo que sí que a lo mejor cambiaría, es la manera de mostrar mi apoyo a ese país: Sahara Occidental. A lo mejor, deberían los Gobiernos de Canarias y de España manifestarse claramente y contundentemente a favor del referéndum, de devolverles lo que les pertenece
Aunque parezca que existe una discriminación positiva hacia los niños que son del otro lado del atlántico, en detrimento de los de este lado, creo que nuestros políticos cada vez dejan mucho más que desear. En realidad, no les importan los de aquí y, bajo mi punto de vista, utilizan asquerosamente y electoralmente a los de allá.
Como siempre, los niños, los más débiles, los que sufren las consecuencias y nadie que vigile ese tipo de conductas de los adultos.
Estos días los medios de comunicación locales nos acribillan en cada momento con dos noticias relacionadas directamente con la infancia. Después de digerirlas un poco, he llegado a algunas conclusiones que quisiera compartir con los traperos. Me refiero concretamente a la triste polémica de los Centros de Menores del Gobierno de Canarias (aunque regentados por manos privadas) y a la de los niños de los campamentos de refugiados saharauis que nos visitan estos días, como es habitual en el verano.
En cuanto a la primera noticia, reseñar la aparente dejadez y despreocupación que demuestran nuestros políticos por una parte de nuestra población infantil y juvenil que quizás debiera ser la que más atención precisara. ¡Cómo me asombra el que pongan esos centros en manos privadas sin que haya ningún tipo de supervisión oficial a los mismos: Pagamos por ello, y nos olvidamos del tema, total, no son más que una panda de inadaptados sociales ! Claro, de repente un día, alguien pone el grito en el cielo, el chivatazo llega a manos de un periodista con más o menos inquietud, y salta la bomba: un director en prisión, unos cuantos educadores citados ante el juez, palizas reconocidas por todos, consumo y venta de drogas dentro de los citados centros, niños premiados a cambio de mantener a sus compañeros tranquilos bajo amenazas y así una larga lista de actitudes encaminadas a la correcta inserción social de estos menores.
A nadie se le escapa que detrás de un alto porcentaje de estos niños se esconden desestructuraciones familiares muy serias, grandes escollos económicos, desarraigo, bajo nivel cultural, y un gran conjunto de condicionantes muy finamente entramados y que requerirían una gran labor social y educativa para lograr una adecuada reisenrción social.
Ante todo este panorama tan exquisito, nuestro Ilmo. Gobierno de Canarias, por medio de su Directora Gral. de Protección al Menor, Mª del Mar Arévalo, se limita a dar una rueda de prensa, en la que dicha señora nos explica muy amablemente que sí, que es verdad que sospechaban algo desde hace tiempo, que ya se ha iniciado procedimiento para deshacer esos contratos y dejar los centros en manos de OTRAS manos privadas, que efectivamente, se ha comprobado que los responsables no tenían la debida titulación, que los responsables no cumplían con las ratios establecidas (así nos ahorramos algún trabajador), etc. Sin ánimo de alarmar, me consta que hay muchos más centros relacionados con la infancia financiados con fondos públicos, donde hacen uso y abuso indiscriminado, sin ningún tipo de supervisión oficial, o lo que es peor, con una falsa supervisión, tolerada por nuestros políticos.
No he podido ver a ninguna autoridad más manifestarse al respecto. Ha habido una especie de cortina de humo al respecto, se ha hecho un mutis por el foro, y se ha solucionado como casi todo en estos tiempos: con un silencio infinito, sin responsabilidades políticas, con otro parcheo, y prácticamente, sin dar la cara.
Por otro lado, hemos podido ver, sin embargo, a prácticamente todos y cada uno de los alcaldes y alcaldesas de nuestra isla, a nuestro Presidente del Gobierno, al del Cabildo, ¡a todos vaya!, posando para la prensa, agasajando a los niños de Tinduf, ofreciéndoles suculentas meriendas con productos no muy sanos, promoviendo entre ese centenar de menores todo tipo de acciones médicas, festivas, lúdicas, etc
No tengo ningún inconveniente en que durante meses o años, acojamos a niños saharauis, mejicanos, filipinos o tibetanos. Lo que sí que a lo mejor cambiaría, es la manera de mostrar mi apoyo a ese país: Sahara Occidental. A lo mejor, deberían los Gobiernos de Canarias y de España manifestarse claramente y contundentemente a favor del referéndum, de devolverles lo que les pertenece
Aunque parezca que existe una discriminación positiva hacia los niños que son del otro lado del atlántico, en detrimento de los de este lado, creo que nuestros políticos cada vez dejan mucho más que desear. En realidad, no les importan los de aquí y, bajo mi punto de vista, utilizan asquerosamente y electoralmente a los de allá.
Como siempre, los niños, los más débiles, los que sufren las consecuencias y nadie que vigile ese tipo de conductas de los adultos.
4 comentarios
tibicena -
Lo segundo es que no caigamos, por favor, en el cículo vicioso de confundir el magro de cerdo con la celeridad. Los niños saharauis, como los ucranianos, como los del barrio de La Feria en LPGC (son sólo ejemplos, que cada uno elija los suyos) no tienen la culpa de que los personajes de turno, a los que nosotros damos potestad para gobernarnos, sean del color que sean, malversen, desvíen o usen de manera escandalosa ese poder.
Y para ir terminando, quisiera dar un voto de confianza y apoyo a los profesionales (no a los que se escudan bajo ese calificativo, sino a los de verdad, de vocación, que van siendo menos) que trabajan como esclavos cada día porque la infancia sea la "edad de oro" que decían los griegos.
Tibicena dixit.
Elena -
Bethencourt -
Un saludo.
magacin66 (antes 'Miguel_AG') -
Este artículo me ha recordado mucho algo que pasó hace unos 8 años en Vecindario, cuando las trabajadoras de las Escuelas Infantiles Municipales de Santa Lucía, ante las malas condiciones laborales en las que se encontraban, decidieron ir a la huelga. Por aquellos días se celebraba el día de la mujer y se realizaba el acto oficial en la Casa de la enredadera en Sardina del Sur. Las trabajadoras de las guarderías estaban situadas en la entrada de la casa, reivindicando sus derechos. Dentro, la Concejal de la Mujer mira hacia otro lado, alabando el trabajo sacrificado de las mujeres del mundo: la mujer saharaui, la mujer cubana, etc. etc. etc.