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ADIOS AL PINO DE PILANCONES

ADIOS AL PINO DE PILANCONES

Por Hideyoshi

         El patrimonio es aquello que nos han legado y que legamos, nuestra riqueza. En Canarias parece que eso no importa…El Pino de Pilancones era algo más que un árbol, testigo mudo de cientos de años en las cumbres de la Isla, podríamos decir y lamentarnos de la inconsciencia de unos descerebrados que han atentado contra este monumento natural, que han acabado con un árbol que había resistido incendios, lluvias y sobre todo el paso de los años…lo verdaderamente triste es que atentados como este, o el del gran incendio que en fechas recientes han sufrido los montes de Gran Canaria, no hayan servido para que las autoridades de una vez se pongan manos a la obra para preservar nuestra riqueza patrimonial, sea esta arqueológica, etnográfica o, en este caso, natural….¿HASTA CUANDO?

5 comentarios

Cedric Cullen -

Muy buenas a todos, creo que lo que pasó es que el Pino de Pilancones sucumbió a la edad y se cayó. La verdad es que por la zona norte de Tenerife, en concreto por Icod, tememos que un día de estos ocurra lo mismo con el Drago. A ver si dura un fisquito más y seguimos deleitándonos con él. Un saludos para todos

Agustín Bethencourt -

Muy buenas. Ustedes perdonen por la ignorancia, pero ¿qué pasó con el Pino de Pilancones? ¿Por qué se habla de él en pasado en la entrada?
Un saludo.

Enrique García Valencia -

Tienes toda la razón Hideyoshi, lo sé (ésa es mi inquina).
Me quedo (te las remito) con con las 11 palabras últimas de tu comentario.

hideyoshi -

Creo que esa bitácora la tenemos dentro de nuestras bitácoras con sabor a gofio. Acerca de lo que dices siempre he opinado que destroza el que desconoce el valor de las cosas. Una política de verdadera concienciación, que hiciera entender a la gente que el patrimonio no es algo intangible sino que es una riqueza de todos y que todos hemos de conservar....cambiaria las cosas. El muro más fuerte y seguro no es de hierro, ni siquiera la ignorancia del lugar...es el amor y respeto que por ese patrimonio, del tipo que sea, se tenga pues se siente como algo propio...si eso no se consigue---no hay nada que hacer. Un abrazo

Enrique García Valencia -

Soy de La Aldea de San Nicolás, desde pequeño (antes de las modas actuales del senderismo) he recorrido pateando casi toda la isla, sobre todo mi zona y la zona de El Tablero (Fataga-Tunte...) donde trabajé de maestro durante quince años (1970 al 1985).
Hay decenas de lugares maravillosos que mis compañeros de caminatas y yo tenemos prohibido desvelar dónde se hallan para intentar evitar lo inevitable. ¿Es correcta nuestra conducta? No lo sé ni lo quiero saber, sólo sé que se me llenan los ojos de lágrimas cuando llego a algún rincón precioso y me lo encuentro regado de basura: Guguy, sin ir más lejos (con lo lejano que está).
Participo en una bitácora aldeana llamada: ARTEVIRGO.BLOGIA.COM échenle un ojo cuando tengan lugar.
Saludos y salud.