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Canarias: La RIC un negocio para unos pocos

Por Manuel de la Rosa Hernández (*)

El Consejo de Ministros aprobó recientemente prorrogar la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) hasta el 31 de diciembre del año 2006. La RIC ha contribuido durante la última década a un mayor deterioro medioambiental con la proliferación de la especulación del suelo y a que unos pocos sean cada vez más ricos. Para la mayoría de los ciudadanos canarios, la existencia de la RIC y sus consecuencias pasa desapercibida, pero sin embargo determina negativamente la realidad actual de las islas.

A finales de la década de los noventa muchos ciudadanos hablaban de que estaba saliendo a relucir el dinero negro ante la proximidad de la implantación del euro (algo habría de verdad en ello), pero fundamentalmente lo que no sabía esa gran mayoría de ciudadanos es que lo que estaba permitiendo tanta circulación dineraria era la creación de unas prerrogativas fiscales a los empresarios en Canarias por medio de la señalada RIC.

En Canarias rigen las especificidades fiscales del Régimen Económico y Fiscal. La ley 19/1994 vino a profundizar algunos aspectos de esta peculiaridad autóctona al contemplar la posibilidad de que los empresarios puedan ver reducidos sus aportaciones en el caso de impuestos de sociedades y otros más. Esta ley permite establecer, con estos impuestos no aportados a las arcas del estado, la llamada Reserva de Inversiones de Canarias. La RIC supuestamente se creó para generar empleo.

La RIC es una bonificación fiscal cuyo objetivo declarado es facilitar la capitalización de las empresas en Canarias. La reserva permite a los empresarios de Canarias reducir hasta el 90 ciento de la base imponible del Impuesto de Sociedades, siempre y cuando estos lo inviertan durante un plazo y condiciones determinados. Se bendice que un porcentaje tan elevado de los impuestos sobre los beneficios empresariales quede exento de ser aportado.

La RIC y todo lo que la rodea ha contado con el apoyo de los partidos del Parlamento de Canarias (PP, PSOE, CC). Algunas voces se levantan en contra o ponen en duda su utilidad social de esta excepcionalidad fiscal. Pero se sigue contribuyendo desde el gobierno central y desde la UE a que la RIC siga existiendo y una muestra de ello la ampliación que le ha dado el Gobierno del PSOE a la RIC hasta diciembre del próximo año.

Nos quieren vender la RIC como “un mecanismo fiscal fomentador del ahorro y la inversión empresarial como mecanismo promotor del desarrollo económico y social del Archipiélago”. La realidad es bien distinta, a la mayoría de la población le cuesta llegar a final de mes con sus ingresos, dada la proliferación de bajos salarios, eventualidad laboral, carestía de la vida, reducción de los gastos sociales desde la Administración… mientras unos pocos amasan inmensas fortunas.

En la Reserva de Inversiones de Canarias se acumula un montante de unos 12.300 millones de euros. Ya en el 2000 según datos del Ministerio de Hacienda español esta superaba el billón de las antiguas pesetas. Las cifras siguen en aumento. Esas cantidades las han dejado de percibir las arcas públicas.

Llegó un momento en que ya esos capitales buscaban inversiones más rentables, de ahí que se plantearan poder invertir en otros países del continente africano, en busca de mano de obra aún más barata. El Consejero de la Hacienda del Gobierno de Canarias, José Carlos Mauricio, ha sido abanderado de esta propuesta de las patronales canarias Fondos de la RIC se han venido empleando en operaciones especulativas (compra de pisos, terrenos, urbanizaciones…) o en gastos suntuarios (coches, casas…). A quienes vivimos de nuestro trabajo se nos cobra hasta el último euro de impuestos y esta clase parasitaria en Canarias se ve libre de estas obligaciones. Los empresarios en el Estado español ya de por si no pagan los impuestos que deberían pagar en función de sus ingresos, pero en las islas con la RIC se llega a una situación desigual, injusta y escandalosa. Un empresario en la Península Ibérica aporta el 35 por ciento en el Impuesto de Sociedades, su par en Canarias contribuye solo con el 10 por ciento, el resto lo tiene que invertir, por supuesto obteniendo nuevos beneficios.

Pero no sólo es la RIC la que permite esa acumulación de capitales. En Canarias se mueven ingentes cantidades de dinero. Entre ellas la promoción de la zonas ZEC, el REA, los fondos estructurales europeos, las subvenciones a los grandes exportadores agrarios, etc. Se alega para todo esto la ultra perificidad de las islas, pero este criterio no se emplea para establecer los derechos laborales y sociales en general. Las diversas subvenciones también suelen recibirlas los sectores más privilegiados de la sociedad canaria, provenientes de las diferentes administraciones (Unión Europea, Gobierno central, autonómicos o Cabildos).

Todo eso es un atentado a los derechos sociales. Con esas grandes sumas de dinero se podrían mejorar los servicios públicos, fomentar el empleo social (autoempleo, cooperativas, trabajo asociado, empleo juvenil…), crear centros infantiles públicos, promover centros de día y residencias para los mayores, construir los hospitales que se necesitan, tener un transporte público eficiente, etc.

Por todo ello, dar a conocer a nivel colectivo esta realidad y propiciar un debate social en todos los ámbitos de las islas (AA.VV., organizaciones estudiantiles y juveniles, sindicatos…), por centros de trabajo, pueblos, barrios, Universidad… es una necesidad perentoria.

La RIC no tiene razón de ser. Como ciudadanos exijamos que todos paguen sus impuestos, que se inviertan los fondos actuales señalados en cuestiones de interés social y la RIC como tal que deje de existir ya. Esto debe empezar a ser una demanda social en Canarias.

(*) Publicado en Rebelión el 28-05-2005

1 comentario

Aguayro -

Cada vez que oigo algo del RIC, me suena a RISA, y de paso a José Carlos Mauricio, que manejó y maneja el RIC a su antojo y con mucho consentimiento y burla por parte del Gobierno de Canarias.Por otro lado, aplaudo este artículo de opinión porque me parece certero.