SUPER SIZE ME (engórdame)
(por Zambraca)
A la hora de alquilar un película les recomiendo esta evidente experiencia de alimentarse con menús de MCdonals tres veces al día durante 30 días. Algo que logró con su respectivo coste el director y guionista Morgan Spurlock, toda una osadía sin lugar a dudas, atreverse a comprobar en persona la oferta mundialmente más conocida en alimentación, y la que ostenta ella solita la cifra de 46 millones de clientes al día, más que toda la población del Estado Español junta.
La obesidad y el exceso de peso es la causa que provoca más muertos después del tabaco en EE.UU., y afecta al 60% de las personas adultas, al 37% de niños/as y adolescentes, sus consecuencias son nefastas para cualquier sociedad y la gravedad de este problema que en su mayoría se debe a un hábito voluntario y promovido, al igual que el tabaco, no tiene la misma consideración por parte de las administraciones como es el control del consumo de cigarrillos, o es que hemos visto alguna vez un anuncio de comida rápida en la que se nos indica que la autoridades sanitarias advierten que puede ser perjudicial para la salud.
Mucho debate rodea este asunto, algunos indican que ni McDonalds ni las otras compañías de fast-food obligan a las personas a consumir sus productos, incluso han llegado a reconocer en letra pequeña que de todo es sabido que su consumo debe ser moderado, pero a qué se refieren con ello: a sus productos, a la comida en general, a qué.
Este juego o cortina de humo no es más que una forma de eludir la verdadera responsabilidad de McDonalds en la morbilidad de quienes ha asumido este estilo de alimentación y de vida. Ya que para llegar a 46 millones de clientes al día es necesario lanzar una campaña de marketing que sea capaz de inducir al consumo, de provocar en la persona la necesidad de sentir, pensar, comer a modo de Mc, convirtiendo a Ronald McDonald en el personaje más popular de EEUU entre los niños estadounidenses, por detrás de Santa Claus, y es que hasta Barbie ha caído subyugada por este producto con la edición de Barbie McDonalds.
En EE.UU. se han ganado las más sonadas demandas contra fabricante de cigarrillos por personas que han visto su salud seriamente dañada por su consumo habitual, y dado que los estudios indican que la obesidad se convertirá a corto plazo en el primer causante de mortalidad, la Cámara de Representantes ha aprobado el proyecto de ley "Cheeseburger" de responsabilidad individual en el consumo alimentario, para frenar cualquier intento de enjuiciarse contra las cadenas de Fast-Food y proteger al sector privado con la consiguiente indefensión de aquellas personas que consideren que su salud ha sido dañada por la oferta de productos alimentarios determinados.
Esta situación en la que una hamburguesa vale más que la salud de una persona, no es más que la santificación del mercado por parte de lo público.
Pero todos los 16 de octubre se celebra el día de acción internacional contra McDonalds, una campaña que centra su crítica en los siguientes aspectos:
1. Destruyen el medio ambiente La carne de las hamburguesas proviene de reses criadas en lo que antes fueron selvas tropicales de Centroamérica, deforestadas por esta empresa para la explotación ganadera, destruyendo recursos valiosísimos en aras de la ganancia inmediata.
2. Explotan y se aprovechan de la miseria de los pueblos de Centroamérica: Los trabajadores de las estancias mencionadas son peones mal pagados de situación laboral precaria, a los que no les queda otra opción que aceptar estas condiciones, empujados por la miseria.
3. Fomenta la precariedad laboral: se aprovecha de la necesidad de sus propios empleados y aplica una estricta política de no huelgas, no reclamos, no sindicatos y no estabilidad, a nivel mundial.
4. Venden un producto básicamente dañino para la salud, y además buscan capturar al público infantil. Tiene serias deficiencias en el área de las vitaminas, sobre todo.
5. Generan una cantidad de basura impresionante. Esto es producto de todo su embalaje aparatoso y superfluo, nacido de su intención de presentar el local y la marca como un mundo mágico de dudoso gusto.
En Canarias es necesario que las distintas organizaciones sociales se sumen a este día con acciones en las puertas de estos negocios, tan sólo con un poco de originalidad y humor es suficiente para crear la dosis precisa de crítica y denuncia.
A la hora de alquilar un película les recomiendo esta evidente experiencia de alimentarse con menús de MCdonals tres veces al día durante 30 días. Algo que logró con su respectivo coste el director y guionista Morgan Spurlock, toda una osadía sin lugar a dudas, atreverse a comprobar en persona la oferta mundialmente más conocida en alimentación, y la que ostenta ella solita la cifra de 46 millones de clientes al día, más que toda la población del Estado Español junta.
La obesidad y el exceso de peso es la causa que provoca más muertos después del tabaco en EE.UU., y afecta al 60% de las personas adultas, al 37% de niños/as y adolescentes, sus consecuencias son nefastas para cualquier sociedad y la gravedad de este problema que en su mayoría se debe a un hábito voluntario y promovido, al igual que el tabaco, no tiene la misma consideración por parte de las administraciones como es el control del consumo de cigarrillos, o es que hemos visto alguna vez un anuncio de comida rápida en la que se nos indica que la autoridades sanitarias advierten que puede ser perjudicial para la salud.
Mucho debate rodea este asunto, algunos indican que ni McDonalds ni las otras compañías de fast-food obligan a las personas a consumir sus productos, incluso han llegado a reconocer en letra pequeña que de todo es sabido que su consumo debe ser moderado, pero a qué se refieren con ello: a sus productos, a la comida en general, a qué.
Este juego o cortina de humo no es más que una forma de eludir la verdadera responsabilidad de McDonalds en la morbilidad de quienes ha asumido este estilo de alimentación y de vida. Ya que para llegar a 46 millones de clientes al día es necesario lanzar una campaña de marketing que sea capaz de inducir al consumo, de provocar en la persona la necesidad de sentir, pensar, comer a modo de Mc, convirtiendo a Ronald McDonald en el personaje más popular de EEUU entre los niños estadounidenses, por detrás de Santa Claus, y es que hasta Barbie ha caído subyugada por este producto con la edición de Barbie McDonalds.
En EE.UU. se han ganado las más sonadas demandas contra fabricante de cigarrillos por personas que han visto su salud seriamente dañada por su consumo habitual, y dado que los estudios indican que la obesidad se convertirá a corto plazo en el primer causante de mortalidad, la Cámara de Representantes ha aprobado el proyecto de ley "Cheeseburger" de responsabilidad individual en el consumo alimentario, para frenar cualquier intento de enjuiciarse contra las cadenas de Fast-Food y proteger al sector privado con la consiguiente indefensión de aquellas personas que consideren que su salud ha sido dañada por la oferta de productos alimentarios determinados.
Esta situación en la que una hamburguesa vale más que la salud de una persona, no es más que la santificación del mercado por parte de lo público.
Pero todos los 16 de octubre se celebra el día de acción internacional contra McDonalds, una campaña que centra su crítica en los siguientes aspectos:
1. Destruyen el medio ambiente La carne de las hamburguesas proviene de reses criadas en lo que antes fueron selvas tropicales de Centroamérica, deforestadas por esta empresa para la explotación ganadera, destruyendo recursos valiosísimos en aras de la ganancia inmediata.
2. Explotan y se aprovechan de la miseria de los pueblos de Centroamérica: Los trabajadores de las estancias mencionadas son peones mal pagados de situación laboral precaria, a los que no les queda otra opción que aceptar estas condiciones, empujados por la miseria.
3. Fomenta la precariedad laboral: se aprovecha de la necesidad de sus propios empleados y aplica una estricta política de no huelgas, no reclamos, no sindicatos y no estabilidad, a nivel mundial.
4. Venden un producto básicamente dañino para la salud, y además buscan capturar al público infantil. Tiene serias deficiencias en el área de las vitaminas, sobre todo.
5. Generan una cantidad de basura impresionante. Esto es producto de todo su embalaje aparatoso y superfluo, nacido de su intención de presentar el local y la marca como un mundo mágico de dudoso gusto.
En Canarias es necesario que las distintas organizaciones sociales se sumen a este día con acciones en las puertas de estos negocios, tan sólo con un poco de originalidad y humor es suficiente para crear la dosis precisa de crítica y denuncia.
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