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Estudio sobre bacterias de origen fecal en playas de Gran Canaria

Estudio sobre bacterias de origen fecal en playas de Gran Canaria (Por Jose_MB)

Los enterococos fecales,un tipo de bacterias que viven en los intestinos de humanos, aves y mamiferos, son considerados y utilizados como indicadores de contaminación fecal, de aguas, alimentos, etc.

De este modo, un grupo de investigadores pertenecientes al departamento de Microbiología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y al Servicio Canario de Salud, dirigidos por las doctoras Mª TeresaTejedor Junco y Margarita González Martín, han venido realizando un estudio desde hace varios años, que tiene la finalidad de evaluar la presencia de estas bacterias en aguas de playas de Gran Canaria.

Las playas de Canarias son periódicamente analizadas siguiendo las directivas de calidad de la Unión Europea y de España para las aguas de baño. De este modo se analizaron 30 playas situadas a lo largo de todo el perímetro de la isla de Gran Canaria. Las muestras de agua se recogieron en un periodo de tiempo que iba desde Enero a Octubre de 1998.

El estudio no solo ha consistido en determinar la cantidad de estas bacterias en nuestras costas, osea el grado de contaminación por aguas fecales o aguas “negras”, sino además medir que capacidad de resistencia tienen estos enterococos a los antibióticos. Me explico, las bacterias tiene la capacidad de “hacerse inmunes” frente a los antibióticos debido a varias causas. Una de estas razones es el uso abusivo e inadecuado que hacemos de ellos tanto en medicina humana como veterinaria. Llega un momento que para tratar infecciones producidas por estos gérmenes no tenemos antibióticos efectivos, pues las bacterias se han vuelto resistentes a muchísimos antibióticos, y los tratamientos se complican, se encarecen y lo que es peor, en muchas ocasiones suponen la muerte de personas o animales. Un ejemplo puede ser esclarecedor, a mediados del siglo pasado la penicilina era un “arma” muy efectiva para tratar infecciones producidas por muchos tipos de bacterias diferentes, pues bien, hoy en día la cantidad de bacterias resistentes a este antibiótico es tan grande que está casi en desuso limitándose su empleo a casos muy concretos.

Concretamente en este estudio se ha hecho un especial hincapié en evaluar la resistencia de estas bacterias encontradas en las playas, frente a dos familias de antibióticos: los aminoglicósidos y los glicopéptidos. La razón de escoger estos antibióticos radica en la importancia de los mismos para el tratamiento de infecciones producidas por los enterococos como son las infecciones de corazón como las endocarditis bacterianas, septicemias, o infecciones renales graves entre otras.

Este tipo de enfermedades requieren de la hospitalización de los pacientes y de una selección muy cuidadosa de los antibióticos a administrar pues suele estar comprometida la vida de la persona.

Otro condicionante que preocupa es que este grupo de bacterias suelen ser resistentes a los aminoglicósidos con mucha frecuencia, quedando, en este caso, como casi única alternativa terapéutica el uso del otro grupo de antibióticos es decir los glicopéptidos. Por lo tanto los pacientes con infecciones ocasionadas por enterococos resistentes a aminoglicósidos y a glicopeptidos las opciones de curarse son muy limitadas.

Afortunadamente, los resultados de este estudio, indican que en nuestras playas no se han encontrado enterococos resistentes a los glicopéptidos, pero en cambio si que se han encontrado algunos casos de alta resistencia a aminoglicósidos, por suerte en porcentajes mucho mas bajos que los casos de resistencia a este mismo tipo de grupo de antibióticos que se han encontrado en los hospitales de nuestra Isla o de la Península.

Esto viene ha indicar que las medidas de control de vertidos de aguas residuales, depuración y políticas de salud pública, vienen siendo eficaces, por lo menos en este caso, en nuestra área geográfica.

Estos autores recuerdan que el control de nuestras aguas de playas no debe obedecer exclusivamente a un interés turístico, sino debe estar enmarcado en una política seria de control de nuestro medio ambiente, puesto que es ese medio ambiente el responsable de la diseminación de estas bacterias y su correspondiente riesgo para la salud pública.

1 comentario

orlando -

Este es tu primer comentario...FELICIDADES.Tras leer tu artículo, tengo dos cosas claras: la primera es que una tesis doctoral da pa mucho y tú sigues sacando partido de ella( y eso que una vez que leiste el titulo me perdí a los cinco minutos).La segunda que nuestras playas están limpias y que podré seguir bañandome. Pero yo, para no variar, discutiria un porco con esas "ecologistas de laboratorio"jejeje (es broma, ¿están financiadas por Soria y la Luzardo?) y les diria que se pasaran por Playa del Ingles por la zona de la rotonda junto al balneario del anexo playa, por la Punta de las Mujeres junto al Faro de Maspalomas o por la Cicer cuando ha llovido y que si tan limpias son las aguas, claras e impolutas que dejen marmullar alli a sus pequeñines. El artículo de resto es genial...lo que pasa es que, ya sabes, me encanta discutir. De resto sólo un "TRES HURRAS POR EL DOCTOR BARRASA...HIP HIP... HURRA!!! HIP HIP... HURRA!!! HIP HIP...HURRA!!!. UN ABRAZO.