Muere un joven saharaui tras torturas en El Aaiun

(por José Daniel Fierro) (*)

La Unión de Periodistas y Escritores Saharauis condenó la muerte por torturas de Lembarki Hamdi Salek y pidió una investigación internacional sobre las violaciones de Derechos Humanos de Marruecos en los territorios ocupados del Sahara Occidental.

En la tarde del domingo, el joven Mubarki Hamdi Salek murió en El Aaiun (capital saharaui ocupada) a consecuencia de la torturas sufridas en la sede policial del marroquí Grupo Urbano de Seguridad, según informó una fuente oficial saharaui. Mubarki fue detenido durante las manifestaciones organizadas la noche anterior contra la presencia colonial de Marruecos en el Sahara Occidental y por el respeto de los derechos humanos en este territorio.

Como consecuencia de esta muerte la Unión de Periodistas y Escritores Saharauis (UPES) emitió el lunes una declaración en la que se condenaba “este nuevo crimen cometido por las autoridades marroquíes contra un ciudadano saharaui indefenso”.

La UPES pidió a la comunidad internacional que presione a Marruecos para que lleve a cabo una investigación independiente sobre las violaciones de los derechos humanos en los territorios ocupados. Al tiempo que exigió la detención de los responsables de crímenes contra la población saharaui y su entrega a la justicia internacional.

En el comunicado se recordaba la reciente resolución sobre los derechos humanos en el Sahara Occidental, aprobada por el Parlamento Europeo el pasado jueves 27 de octubre, y se pedía su inmediata aplicación y estricto respeto.

Además, el Sahara Occidental “ocupado ilegalmente por Marruecos, es un territorio no autónomo que sigue estando sujeto a las Naciones Unidas”. Y por ello los periodistas y escritores consideran que la ONU debe asumir todas sus responsabilidades respecto al pueblo saharaui.

Estas obligaciones incluyen su protección y la culminación del proceso de descolonización del territorio conforme a la legalidad internacional y a los principios de la Carta de la ONU.

[Artículo escrito por José Daniel Fierro y publicado en Rebelión el 02/11/2005]