VIVIENDAS DOMÓTICAS EN TENERIFE
POR Hideyoshi
Hoy leyendo la sección de noticias canarias anexas a nuestra querida Trapera de descubierto, no sin sorprenderme, que han instalado una serie de viviendas domóticas en el sur de Tenerife, en Abona para ser exactos.
Digo que sucede esto para mi sorpresa pues este que les habla (escribe) creo que fue una de las últimas personas en admitir el CD ( obsérvese que digo admitir y no cambiar puesto que aún sigo comprando vinilos) y en tener un teléfono móvil. Soy una persona que sigo haciendo las fichas de los trabajos a mano y sigo teniendo las tres mismas formas básicas de arreglar un ordenador que cuando empecé con ellos, a saber:
1º se le amenaza, normalmente el cabreo debido a su lentitud o ineficacia te lleva a esto.
2º se le pega, no es que maltrate al ordenador, pero uno aplica lo que antiguamente se hacía a la televisión.
3º se apaga el mismo con la esperanza de que al encenderlo de nuevo todo quede en un malentendido.
Para mí, por lo tanto, esto me recuerda a aquella película de Concha Velasco en la que ella trabajaba en una casa de unos americanos donde todo estaba mecanizado y se metía en una máquina que lo mismo te freía un huevo, que te lavaba la ropa.
Yo soy de los que recuerda la casa de mi bisabuela en Tenteniguada, aquella casa cuya cocina estaba aparte del resto del edificio,a ver quien era el guapo que iba a por algo el pa meterse en el buche durante la noche con el viruje que había. Esa cocina que en su tiempo fue de leña y que luego, modernidad de las modernidades se pasó al gas pal cabreo de la vieja. Luego nuestros hogares, a finales de los ochenta, se vieron invadidos por vitros, microondas, videos y, más recientemente, por aires acondicionados, DVD, ordenadores y aparatos de diversos usos.
No piensen quienes lean este artículo que se trata de un grito nostálgico y contra los avances .simplemente es una reflexión en voz alta de alguien que se sorprende de los muchos cambios sufridos en nuestros hogares en un periodo de menos de cincuenta años.
Hoy leyendo la sección de noticias canarias anexas a nuestra querida Trapera de descubierto, no sin sorprenderme, que han instalado una serie de viviendas domóticas en el sur de Tenerife, en Abona para ser exactos.
Digo que sucede esto para mi sorpresa pues este que les habla (escribe) creo que fue una de las últimas personas en admitir el CD ( obsérvese que digo admitir y no cambiar puesto que aún sigo comprando vinilos) y en tener un teléfono móvil. Soy una persona que sigo haciendo las fichas de los trabajos a mano y sigo teniendo las tres mismas formas básicas de arreglar un ordenador que cuando empecé con ellos, a saber:
1º se le amenaza, normalmente el cabreo debido a su lentitud o ineficacia te lleva a esto.
2º se le pega, no es que maltrate al ordenador, pero uno aplica lo que antiguamente se hacía a la televisión.
3º se apaga el mismo con la esperanza de que al encenderlo de nuevo todo quede en un malentendido.
Para mí, por lo tanto, esto me recuerda a aquella película de Concha Velasco en la que ella trabajaba en una casa de unos americanos donde todo estaba mecanizado y se metía en una máquina que lo mismo te freía un huevo, que te lavaba la ropa.
Yo soy de los que recuerda la casa de mi bisabuela en Tenteniguada, aquella casa cuya cocina estaba aparte del resto del edificio,a ver quien era el guapo que iba a por algo el pa meterse en el buche durante la noche con el viruje que había. Esa cocina que en su tiempo fue de leña y que luego, modernidad de las modernidades se pasó al gas pal cabreo de la vieja. Luego nuestros hogares, a finales de los ochenta, se vieron invadidos por vitros, microondas, videos y, más recientemente, por aires acondicionados, DVD, ordenadores y aparatos de diversos usos.
No piensen quienes lean este artículo que se trata de un grito nostálgico y contra los avances .simplemente es una reflexión en voz alta de alguien que se sorprende de los muchos cambios sufridos en nuestros hogares en un periodo de menos de cincuenta años.
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