Sin interés: aviso de Volcán en Canarias.
(porZambraca)
Los medios de comunicación han calentado informativamente en estas dos últimas semanas el aumento de la frecuencia sísmica en Canarias, concretamente en la zona de Icod de Los Vinos, y algunos indican que se debe a una posible actividad vulcanológica en la isla de Tenerife, aventurando que algo puede salir por ahí.
Se podría decir que todo esto es un capricho de la naturaleza sin consecuencias mayores y finalmente aisladas de todo riesgo de erupción volcánica, debido a que los movimientos sísmicos en Canarias son frecuentes, al igual que sucede en el norte de Marruecos, en el cabo de San Vicente y las comarcas del mediterráneo ( en la península Ibérica se producen alrededor de 2.220 terremotos al año), además debemos recordar que hay muchos volcanes en Canarias que son fruto de las tensiones que sufren las placas tectónicas de separación de América con respecto a Europa y África, y una localización muy próxima al roce que producen la placa euroasiática y la africana.
Pero si tenemos en cuenta que los volcanes están latentes y son el producto de un escape de magma, y que en las mediciones que ofrece el instituto geográfico nacional (ver www.geo.ign.es) la profundidad de uno de los últimos sismos de Icod registró una profundidad de 3 kilómetros, sentida por la población, y si además se publica que el magma activo paso de 12 kilómetros de profundidad a 3 en un intervalo de una semana, la naturalidad de todo ello se puede ver algo dañada.
Los sismólogos dicen de antemano que las predicciones de erupciones volcánicas requieren de una conjunción de fenómenos naturales para atisbar una actividad volcánica, normalmente iniciados con temblores, emanación de gases, cambios topográficos, aumento de la temperatura del agua, etc. Por ahora de esto último no se conoce incidencias en Canarias, aunque si subes al Teide notas un tufo a azufre y observas ciertas emanaciones de vapores, y en Timanfaya hay fuentes de calor como para asar una chuleta.
A todo esta intriga se le suma las declaraciones que cursan distintos expertos en la materia (y no quien escribe), por un lado Vicente Araña, miembro del Consejo Superior de Investigación Científica, que declara que el aumento de las emanaciones de gases unidas a los temblores repetidos indican una actividad volcánica con posibilidades de erupción; y por el otro, Nemesio Pérez de Instituto de Energías Renovables, que afirma con rotundidad la negativa a una erupción, serenando cualquier información que gire sobre dicha posibilidad.
Si de la remota posibilidad de erupción en Canarias, nace un volcán de nuestras ardientes entrañas tenemos que celebrarlo, ya que debe ser un espectáculo impresionante, aunque espero que sea como el Teneguía (La Palmas, 1971), tranquilo y sin grandes destrozos. A la vez nos puede servir para reforzar esa imagen de tierra volcánica que los parques del Teide y Timanfaya han recordado a miles de visitantes a lo largo de años, y siempre viene bien algo de publicidad.
Los medios de comunicación han calentado informativamente en estas dos últimas semanas el aumento de la frecuencia sísmica en Canarias, concretamente en la zona de Icod de Los Vinos, y algunos indican que se debe a una posible actividad vulcanológica en la isla de Tenerife, aventurando que algo puede salir por ahí.
Se podría decir que todo esto es un capricho de la naturaleza sin consecuencias mayores y finalmente aisladas de todo riesgo de erupción volcánica, debido a que los movimientos sísmicos en Canarias son frecuentes, al igual que sucede en el norte de Marruecos, en el cabo de San Vicente y las comarcas del mediterráneo ( en la península Ibérica se producen alrededor de 2.220 terremotos al año), además debemos recordar que hay muchos volcanes en Canarias que son fruto de las tensiones que sufren las placas tectónicas de separación de América con respecto a Europa y África, y una localización muy próxima al roce que producen la placa euroasiática y la africana.
Pero si tenemos en cuenta que los volcanes están latentes y son el producto de un escape de magma, y que en las mediciones que ofrece el instituto geográfico nacional (ver www.geo.ign.es) la profundidad de uno de los últimos sismos de Icod registró una profundidad de 3 kilómetros, sentida por la población, y si además se publica que el magma activo paso de 12 kilómetros de profundidad a 3 en un intervalo de una semana, la naturalidad de todo ello se puede ver algo dañada.
Los sismólogos dicen de antemano que las predicciones de erupciones volcánicas requieren de una conjunción de fenómenos naturales para atisbar una actividad volcánica, normalmente iniciados con temblores, emanación de gases, cambios topográficos, aumento de la temperatura del agua, etc. Por ahora de esto último no se conoce incidencias en Canarias, aunque si subes al Teide notas un tufo a azufre y observas ciertas emanaciones de vapores, y en Timanfaya hay fuentes de calor como para asar una chuleta.
A todo esta intriga se le suma las declaraciones que cursan distintos expertos en la materia (y no quien escribe), por un lado Vicente Araña, miembro del Consejo Superior de Investigación Científica, que declara que el aumento de las emanaciones de gases unidas a los temblores repetidos indican una actividad volcánica con posibilidades de erupción; y por el otro, Nemesio Pérez de Instituto de Energías Renovables, que afirma con rotundidad la negativa a una erupción, serenando cualquier información que gire sobre dicha posibilidad.
Si de la remota posibilidad de erupción en Canarias, nace un volcán de nuestras ardientes entrañas tenemos que celebrarlo, ya que debe ser un espectáculo impresionante, aunque espero que sea como el Teneguía (La Palmas, 1971), tranquilo y sin grandes destrozos. A la vez nos puede servir para reforzar esa imagen de tierra volcánica que los parques del Teide y Timanfaya han recordado a miles de visitantes a lo largo de años, y siempre viene bien algo de publicidad.
10 comentarios
AGUSTIN BETHENCOURT -
AGUSTIN BETHENCOURT (2) -
En mi opinión, alemanes, finlandeses y holandeses tienen una concepción comercial de todo este asunto. Ellos ofrecen unos productos que otros compran. En otras palabras, ellos viven -así lo perciben- "de su trabajo". Otra cosa diferente piensan muchas personas en Canarias: el trauma de pertenecer a un pueblo que hasta hace medio siglo era eminentemente agrícola y pobre y que de repente ¡bum! pasó a vivir en una economía de servicios, ha dejado profunda huella. Piensan estas personas que viven no de su esfuerzo físico o intelectual, sino "del turismo".
Pensando en esta lamentable realidad y desde esta perspectiva, entiendo que con ese toque -discúlpame la ironía- "Canarias, Naturaleza Cálida" que damos en nuestro país a tantos asuntos, flaco favor nos hacemos a nosotros mismos. Aquí está, en pocas palabras, mi punto de vista sobre este asunto. Un saludo.
AGUSTIN BETHENCOURT -
Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo que comentas en el último párrafo de tu respuesta.
Con respecto a nuestras diferencias, intentaré ser más preciso: creo que en Canarias hemos mitificado el fenómeno turístico y al turista. Así, podemos oír al presidente de una asociación de vecinos decir, a través de las ondas radiofónicas, que "tener las aceras así [es decir, en mal estado] es una vergüenza para el turismo"; también podemos escuchar a alguien diciendo que "vivimos del turismo" o, ya en el culmen de la ausencia de autoestima, que "los turistas nos dan de comer".
A mí, la verdad, me cuesta imaginarme a un señor alemán pensando en lo bien que nos portamos con ellos todos los que compramos un Volkswagen; o a un finlandés sonriendo agradecido a un extranjero que en ese momento esté hablando con un Nokia; también -lo siento, no me sale- me cuesta imaginarme a un holandés contándole a su amigo después del trabajo lo bien que están ellos gracias a los extranjeros que compran artículos de Philips todos los días.
Y eso, a pesar de que una crisis en los subsectores de la automoción, la telefonía móvil o de los electrodomésticos provocaría en estos países un efecto similar al que se produciría en Canarias en el caso de que hubiera una crisis turística.
AGUSTIN BETHENCOURT -
Lo dicho. Que no hay manera. Creo que por ahí está tu mail personal, te lo enviaré ahí y quizá tu consigas "colgar" el texto en la bitácora.
AGUSTIN BETHENCOURT -
desde hace algunos días intento enviarte una respuesta pero, ya sea por mi torpeza, por algún problema con mi ordenador, con la conexión, o de la propia bitácora, no puedo hacerlo. Lo seguiré intentando en los próximos días. Un saludo.
AGUSTIN BETHENCOURT -
jose luis -
zambraca -
Por otro lado ese señal publicitaria viene dada por la necesidad que siento de dar a conocer a nuestra tierra por sus encantos particulares, más allá del sol y las playas, y si cabe más allá de la concepción turística centrada en un negocio de masas.
Por otro lado la dependencia de Canarias no sólo se debe a una orientación histórica de monocultivos económicos, sino a plantemientos subjetivos de nuestra conciencia, y a un desarrollismo que no ha pensado en modelos energéticos sostenibles, y a un crecimiento urbanístico de corte especulativo feroz.
AGUSTIN BETHENCOURT -
pitijopo -