MUCHAS GRACIAS Benito Zambrano
(Por Zambraca)
Probablemente si me tropiezo a Benito Zambrano por la calle reaccionaría dándole las gracias por su genialidad en la dirección de dos películas de gran calidad.
Con Solas simplemente entras como si de caída libre se tratara, a un estado emocional muy por encima de lo que personalmente estaba preparado, ahora con Habana Blues la situación sólo cambia en la forma de caer, te permite llegar a ese nivel emotivo con un paracaídas de arte musical, con un desparpajo que es comprensible y razonable en la idiosincrasia del joven habanero.
En Habana Blues la música nos acompaña en todo momento para comprender que la vida está llena de decisiones, tanto en el terreno de nuestro mundo interior como en el producto de lo que hacemos. Del arte en estado puro, o del arte pasado por el Bussines, de mantenerte al lado de los tuyos o alejarte de ellos, de permanecer con Dignidad a pesar del bloqueo o vivir sin ella.
Básicamente Habana Blues es más que una historia, es el relato de una parte de la juventud cubana, de su derroche de imaginación para buscar alternativas con las que afrontar las limitaciones económicas existentes, del tremendo arte que se vive en sus gentes, que en Cuba hay mucha vida, alegría, y sobre todo mucho arte en estado puro limpio de las tentaciones del mercado.
En Habana Blues se nos presenta la alegría de su juventud, pero también de su imposibilidad de ofrecer al mundo lo que llevan dentro, debido a la falta de medios para hacerlos por sí mismos y porque fuera de la isla se sacrifica el arte por la parte del negocio. Quizás esto último sea un poco simple para entender todo lo que en la película se explica, pero hasta que punto las decisiones no se reducen a un lo tomas o lo dejas, especialmente cuando desnudos de respaldo social y económico decides ponerte el abrigo que las reglas del mercado dictan.
Benito Zambrano, muchas gracias por ofrecerme esta película, y que el arte en estado puro no ha muerto, en Habana Blues sigue vivo.
Probablemente si me tropiezo a Benito Zambrano por la calle reaccionaría dándole las gracias por su genialidad en la dirección de dos películas de gran calidad.
Con Solas simplemente entras como si de caída libre se tratara, a un estado emocional muy por encima de lo que personalmente estaba preparado, ahora con Habana Blues la situación sólo cambia en la forma de caer, te permite llegar a ese nivel emotivo con un paracaídas de arte musical, con un desparpajo que es comprensible y razonable en la idiosincrasia del joven habanero.
En Habana Blues la música nos acompaña en todo momento para comprender que la vida está llena de decisiones, tanto en el terreno de nuestro mundo interior como en el producto de lo que hacemos. Del arte en estado puro, o del arte pasado por el Bussines, de mantenerte al lado de los tuyos o alejarte de ellos, de permanecer con Dignidad a pesar del bloqueo o vivir sin ella.
Básicamente Habana Blues es más que una historia, es el relato de una parte de la juventud cubana, de su derroche de imaginación para buscar alternativas con las que afrontar las limitaciones económicas existentes, del tremendo arte que se vive en sus gentes, que en Cuba hay mucha vida, alegría, y sobre todo mucho arte en estado puro limpio de las tentaciones del mercado.
En Habana Blues se nos presenta la alegría de su juventud, pero también de su imposibilidad de ofrecer al mundo lo que llevan dentro, debido a la falta de medios para hacerlos por sí mismos y porque fuera de la isla se sacrifica el arte por la parte del negocio. Quizás esto último sea un poco simple para entender todo lo que en la película se explica, pero hasta que punto las decisiones no se reducen a un lo tomas o lo dejas, especialmente cuando desnudos de respaldo social y económico decides ponerte el abrigo que las reglas del mercado dictan.
Benito Zambrano, muchas gracias por ofrecerme esta película, y que el arte en estado puro no ha muerto, en Habana Blues sigue vivo.
1 comentario
magacin66 -
Algunos de los habituales participantes de FOROdeCINE.com hicieron hace unos meses una encuesta sobre la mejor película española de la década de los 90. No recuerdo quién ganó, pero sí que yo elegí SOLAS, de Benito Zambrano. Con esto creo que está dicho todo.
Quizás, si la encuesta hubiese sido sobre la mejor película de la década, sin especificar nacionalidad alguna, bien seguro que estaría entre las 5 ó 10 primeras.
Ya que se está proyectando cerca de mi casa, voy a hacer un esfuerzo esta semana por ir a verla.
Saludos a todos!!!!