50 AÑOS DEL ASESINATO DEL CORREDERA
Por Hideyoshi
Toda sociedad tiene sus mitos, sus recuerdos compartidos, su pasado doloroso y sus penas….la sociedad canaria no puede ser menos. El recordar esos mitos, esos personajes que los integran y no olvidarlos es parte del patrimonio que legaremos a las generaciones futuras, es parte de unos valores que queremos trasmitir a los que nos sucedan en la ocupación de este bendito archipiélago, es parte de nuestra historia y, por ello, parte de nosotros mismos.
Muchos fueron los caídos en el golpe de estado de Franco, en la guerra Civil y en la posterior represión franquista, en la que los falangistas camparon a sus anchas. Muchos fueron los emigrados y, por ello, muchas las familias rotas…pero un caso que a muchos nos viene a la mente, y por desgracia es casi desconocido entre la población joven de las Islas, es el de Juan García Suárez, “el Corredera”. Su historia comienza cuando huye, como tantos otros canarios, del reclutamiento forzoso. La impunidad con la que los miembros de la Falange actuaban, hicieron de su familia un blanco fácil. En una trifulca murió un carnicero, miembro de la falange en Telde y uno de los que acosó noche tras noche a su familia. Esto y un posterior enfrentamiento con la guardia civil, que se saldó con un muerto por parte de estos, hicieron que tuviera que huir al centro de la Isla. Durante casi 20 años estuvo escondido de las autoridades entre el Puerto y el la zona de medianías y cumbre. En 1958 fue apresado y tiene el triste honor de ser el último de los asesinados a garrote vil en la antigua cárcel de Barranco Seco. De poco sirvieron las movilizaciones pidiendo clemencia, de poco las cartas mandadas por el obispo Pildain,…en la mañana del 19 de octubre de 1959 fue asesinado por ese cruel método bajo la acusación de rebelión militar.
Yo escuchaba las historias, seguramente como todos los mitos, mezclaría verdad y leyenda, que acerca de él me contaba mi abuelo. Y leí el libro que su abogado Alfonso Calzada Fiol escribió, La verdad sobre "El Corredera” (1989). También es muy recomendable la obra de Gustavo Socorro, El Corredera - Aquel fugitivo de leyenda, diez años posterior a la anteriormente nombrada.
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